A medida que progresa la vacunación en el planeta, la Comisión Europea cree que ha llegado el momento de comenzar a reabrir las fronteras exteriores de la Unión Europea (UE). Con la mente puesta ya en la temporada de verano, y en la reactivación del mundo que conocíamos y quedó detenido en marzo de 2020, Bruselas ha permitido este lunes un proyecto de recomendación para que los Estados miembros levanten las restricciones a los viajes no esenciales para las personas vacunadas que acudan a la UE. La decisión, según el Ejecutivo comunitario, ha sido tomada a partir de los últimos dictámenes científicos que muestran que la inmunización ayuda a romper la cadena de transmisión. La idea es que esta propuesta, que deberá determinar el Consejo Europeo, el órgano que representa a los 27 Estados miembros, debería estar aprobada a finales de mayo, para entrar en vigor a principios de junio, según fuentes de la Comisión.
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La medida, que avanza en paralelo al llamado Certificado verde digital, asimismo conocido como pasaporte vacunal y destinado a derribar los muros del coronavirus en el interior de la UE, propone que los países “deberían levantar la restricción temporal de los viajes no esenciales a la UE con respecto a los nacionales de terceros países (…) que hayan recibido la última dosis recomendada de una de las vacunas contra la covid-19 autorizadas en la UE”, al menos 14 días ayer de entrar en la zona Schengen. La regulación, en cualquier caso, igualmente pretende ir un paso más allá en la apertura, abriendo las fronteras a los viajeros de terceros países donde la inmunización se haya llevado a cabo con cualquiera de las inyecciones que aparezcan en la lista de uso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Entre ellas aún no se encuentran la vacuna rusa Sputnik V ni las chinas Sinovac y Sinopharm.
Bruselas busca por otra parte reabrir sus fronteras a aquellos países con una tasa de contagios inferior a 100 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, estén o no inmunizados los turistas procedentes de esos territorios. Hasta ahora, la UE recomendaba cerrar el acceso a aquellas regiones extranjeras con más de 25 casos por cada 100.000 habitantes. El objetivo es “ajustarse a la situación actual”, según fuentes del Ejecutivo comunitario, que confía en que el cambio de criterio, inspirado en el asesoramiento sabio del Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC), permita ampliar “de forma significativa” la lista de países candidatos para acceder a territorio europeo, hasta llegar a cerca de un centenar de Estados en el momento en que la nueva regulación sea aprobada, al borde ya del verano. Con los umbrales actuales de la UE solo siete países tienen permitida la entrada para viajes no esenciales.
Una fuente comunitaria asegura que Israel estaría “seguro” en esta nueva lista, mientras que al Reino Unido habría que ponerle “una interrogación” y, en cuanto a Estados Unidos, “todavía no estaría del todo”, aunque se espera que sí esté en las próximas semanas. El nuevo umbral epidemiológico seguirá combinándose, como hasta ahora, con otros criterios como el ratio de pruebas PCR por autóctono y el ratio de positividad de estas pruebas. La medida propuesta por la Comisión siquiera exime a los ciudadanos que viajen de estos terceros países de advenir por otros requisitos adicionales como las cuarentenas a la aparición o las PCR en origen, antes de realizar el viaje.
Del mismo modo que suelen desplegarse las normativas sobre el comercio internacional inspiradas en la doctrina del librecambismo, Bruselas asegura que la nueva propuesta sigue el “principio de reciprocidad”, con lo que demora “tratar de empujar al mayor número de países a abrirse”. Aunque todo indica que en el comienzo de las medidas habrá fricciones y problemas para reconocer y homologar certificados de vacunación extranjeros, la Comisión demora que se vaya produciendo poco a poco una “convergencia gradual”.
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