Detienen al dueño de discoteca colapsada.

La justicia dominicana ha tomado un paso significativo en la investigación del devastador colapso de la discoteca Jet Set en Santo Domingo, un incidente que ha dejado un saldo impactante de más de 200 muertos. Este jueves, las autoridades confirmaron el arresto de Antonio Espaillat, un miembro de la prominente familia propietaria del establecimiento, convirtiéndose así en el primer arrestado en relación con la tragedia ocurrida el 8 de abril durante un concierto del popular merenguero Rubby Pérez, quien también perdió la vida ese trágico día.

Antonio Espaillat, de 59 años, es conocido no solo por su vinculación con la discoteca, sino también por sus negocios en un conglomerado de medios y un restaurante. Su abogado, Miguel Valerio, indicó que Espaillat se presentó a la Procuraduría General de la República (PGR) acompañado de su hermana, y anunció que su cliente está dispuesto a colaborar con las investigaciones en curso. No obstante, Valerio no proporcionó detalles sobre los cargos específicos que enfrenta el empresario.

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Este desarrollo en la investigación resuena en un país que aún está tratando de procesar la magnitud de la tragedia y las circunstancias que llevaron al colapso de un lugar tan concurrido. La atención pública se centra ahora en qué medidas adicionales se tomarán, no solo en términos de justicia para las víctimas y sus familias, sino también en la seguridad de los espacios de entretenimiento.

Mientras la familia Espaillat se muestra abierta a la colaboración con las autoridades, el tema de la responsabilidad social de los propietarios y la regulación de los establecimientos nocturnos está cobrando relevancia. El caso del Jet Set podría marcar un punto de inflexión en la forma en que se manejan estos centros de diversión en la República Dominicana.

Desde la fecha del incidente, el debate sobre la seguridad en los locales de entretenimiento ha cobrado fuerza, evidenciando la necesidad de una revisión exhaustiva de las normativas vigentes. A medida que la investigación avanza, la sociedad dominicana espera respuestas que no solo traigan justicia, sino también cambios significativos que prevengan tragedias futuras.

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