Arizona no ha pasado página. Casi seis meses después de las elecciones presidenciales de noviembre de 2020, el fantasma del fraude electoral sigue vivo. El presidente Joe Biden ha cumplido 100 días en la Casa Blanca, pero una decisión del Senado local ha dado oxígeno al republicano Donald Trump y a sus simpatizantes, que afirman sin fundamento que el demócrata se hizo con el poder con trampas. Una auditoría a 2,1 millones de votos ofrece nuevas esperanzas a los sectores radicales, que siguen sin aceptar que el Estado eligiera a un demócrata para la presidencia, por primera vez en 24 años. “¡Predigo que arrojará resultados muy sorprendentes!”, aseguraba Trump la semana pasada. El nuevo recuento no puede cambiar el curso de la elección, pero removerá las aguas para los conservadores en medio de una ola de reformas impulsadas por los republicanos por todo Columna Digital para dificultar el voto.
En medio de esa refriega política, Kelly Johnson carga la recámara de su revolver Smith & Wesson. “Esto no puedo hacerlo en California, pero Arizona es un Estado donde puedes portar armas en público”, dice sonriente el abogado retirado de 60 años. Johnson se autodenomina un militar del ejército de Dios llamado a proteger la integridad del voto. Salió la madrugada del jueves de su casa en Newport Beach, un enclave conservador en California, para recorrer casi 600 kilómetros y arribar por la mañana al Coliseo en memoria de los Veteranos en Phoenix, donde se cuentan a puerta cerrada desde el 23 de abril los sufragios emitidos en Maricopa, el condado más poblado del Estado. La zona fue decisiva para el triunfo de Biden, quien se llevó los 11 votos electorales de la entidad con una apretada ventaja del 0,3%, poco más de 10.400 votos. “Aquí caerá el primer dominó, al que seguirán los Estados de Michigan, Wisconsin, Pensilvania y Georgia”, considera.
El recuento ha disparado las alarmas. Los senadores han puesto el delicado proceso en manos de la empresa Cyber Ninjas, originaria de Florida, y sin experiencia en temas electorales. Su dueño, Doug Logan, ha divulgado en las redes sociales bulos que cuestionan la legitimidad de la elección. El Centro Brennan para la Justicia, un centro de pensamiento progresista de Nueva York, ha solicitado al Departamento de Justicia enviar con urgencia agentes federales a Arizona para que resguarden las papeletas y supervisen el recuento, que durará al menos un mes. “Actualmente, el 70% de los observadores autorizados son republicanos. El 30% restante es una mezcla de demócratas, libertarios y gente sin adscripción partidista. Estas restricciones nos llevan a exigir mayor transparencia y acceso a la auditoría”, señaló el centro el jueves. Ninguna otra auditoría ha suscitado tantas dudas sobre su falta de profesionalidad. De hecho, el 22 de abril Michigan avaló el triunfo de Biden por un margen de 3%, gracias a un informe que resumía 250 auditorías.
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