Dice mucho de Omar Ayuso, de Élite y de sus espectadores que, siendo su personaje gay y árabe, no se le conozca como “el gay de Élite” ni “el árabe de Élite”, tal y como ha ocurrido siempre con las minorías en las series españolas. Ayuso es famoso por sí mismo, para bien o para mal, y no solo ha captado la atención de los adolescentes y no tan adolescentes admiradores del programa, sino de grandes de la industria de la moda como Armani o Loewe. Como personaje famoso, sí, pero uno envidiablemente inclasificable, y que actúa con una admirable dosis de libertad en esta era de popularidad calculada.
Ahora, Omar Ayuso conmemora el principio de su vida adulta con la cuarta temporada de Élite, que se estrena el 18 de junio, y debutando como cineasta con el cortometraje Matar a la madre. A los 23 años, el madrileño ha encontrado su imagen. Está buscando su voz. Mucha gente está expectante ante lo que tenga que decir. ¿Demasiada?
“Me he dado cuenta en estos últimos meses de que yo empecé por todo lo alto, en una serie de Netflix, con unas campañas publicitarias del copón y un nivel de exposición que rara vez se tiene a los 20 años. Así que ahora intento encarar el siguiente paso de mi carrera de la manera más llana posible, porque no me quiero dar la hostia de mi vida”, confiesa. Ese siguiente paso es un corto en el que también debutan como actriz la cantante Ana Fernández-Villaverde (La Bien Querida) y Palomo Spain como diseñador de vestuario para ficción.
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