El Congreso de Florida aprobó, este jueves, un polémico proyecto de ley que los defensores de los derechos civiles consideran muy perjudicial para quienes quieren ejercer el voto por correo. La ley solo está pendiente de la firma del gobernador republicano del Estado Ron DeSantis, que se apresuró a declarar que “por supuesto” que la firmaría. Primero fue Georgia, ahora es el turno de Florida. Texas y Arizona preparan algo similar para los próximos meses. Todos son Estados donde el republicano Donald Trump ganó en las pasadas elecciones presidenciales o dieron el vuelco de republicano a demócrata por la mínima, lo que al final acabaría otorgando la victoria a Joe Biden en noviembre pasado.
La ley, impulsada por los republicanos, que controlan el Congreso de Florida, recibió 23 votos a favor y 17 en contra. Como otras medidas similares que los republicanos están impulsando en docenas de Estados a lo largo y ancho del país, la ley de Florida pone obstáculos al voto por correo, restringe el número de urnas disponibles para depositar el voto durante las jornadas de votación anticipada y prohíbe cualquier tipo de acción que pueda teóricamente influenciar a aquellos que hacen cola para ejercer su voto, lo que en la práctica se traduce en impedir que se ofrezca comida o agua a quienes esperan largas horas, en muchos casos bajo el fuerte sol de Florida, para depositar su papeleta. Una disposición similar a la que provocó gran polémica en Georgia, cuya nueva ley de Integridad Electoral dictamina que a partir de ahora ofrecer pizza o agua a quienes esperan a votar es directamente delito. La norma fue aprobada el pasado 25 de marzo por la Cámara estatal, de mayoría republicana.
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