Se avecinan largos meses de tensión en las fronteras y la Unión Europea debería estar preparada para afrontar más crisis migratorias como las generadas entre Grecia y Turquía y entre Polonia y Bielorrusia, ha dicho el jefe de la agencia fronteriza de la UE (Frontex), Fabrice Leggeri. Ha explicado que están trabajando con las autoridades polacas para organizar la repatriación de hasta 1.700 migrantes hacia Irak en vuelos chárter a lo largo de las próximas semanas. “Esta no es la primera vez que la UE se enfrenta a intentos de… podemos llamarlo chantaje, llamarlo chantaje geopolítico, llamarlo una amenaza híbrida”, dijo el jefe de Frontex.
Leggeri
Comparó la situación actual con los enfrentamientos ocurridos en febrero del año pasado. Grecia intentó entonces bloquear a decenas de miles de migrantes que fueron dejados pasar deliberadamente por Turquía. “Habría que abrir los ojos de las personas que no han entendido que los flujos migratorios pueden ser manipulados con fines políticos contra la Unión Europea para obtener algo”. Comentó en una entrevista con la agencia France Presse. “Tenemos que prepararnos para situaciones como esta que pueden surgir con bastante rapidez”, añadió en la sede de Frontex en Varsovia. Hay que prepararse para que la tensión se alargue “mucho tiempo”, comentó Leggeri ya una semana antes a la agencia Reuters.
La Unión Europea acusa al gobierno de Bielorrusia, encabezado por Aleksandr Lukashenko, de estar detrás de la crisis como parte de un “ataque híbrido”. Contra los 27 mediante la distribución de visas bielorrusas en Medio Oriente, organizando los vuelos de los migrantes y empujándolos para cruzar la frontera ilegalmente. “Podemos ver en nuestro análisis de riesgos que todos los factores que desencadenaron esta crisis. Todavía están en su lugar y que las cosas no se están moviendo o no se están destensando.
Frontex, según Leggeri, también trabaja con las autoridades polacas y de la UE para obtener el permiso necesario de Irak para organizar vuelos chárter para repatriaciones. “Tendremos potencialmente 1.500 o 1.700 personas para repatriar en las próximas semanas”, dijo. Se estima que unos pocos miles de migrantes se encuentran actualmente en la frontera entre Polonia y Bielorrusia. Incluido un grupo de alrededor de 1.800 cerca del cruce fronterizo entre Bruzgi y Kuznica.
Acusaciones Minsk
La UE acusa a Bielorrusia de llevar deliberadamente a los migrantes a la frontera como una forma de presionar a la UE. Bielorrusia lo niega y señala que Polonia debería dejarlos entrar en su territorio. Leggeri reconoce que hay 25.000 soldados polacos y guardias fronterizos desplegados en la zona, así como miles de policías más. Mientras, Polonia asegura que comenzará a construir una barrera permanente en la frontera el próximo mes, un plan que el responsable de Frontex señaló que ayudaría al trabajo de los guardias fronterizos porque reduciría el número de cruces irregulares y devoluciones controvertidas. “Al menos cuando hay una barrera, no se nos acusa de devoluciones porque sabemos dónde está la frontera y la gente físicamente no puede crear una situación que sea legalmente ambigua para nosotros”, dijo Leggeri. “Una parte muy molesta del trabajo para los guardias fronterizos es cuando hay ambigüedades legales”, añadió.
Polonia ha sido duramente criticada por distintas ONG
Por su política de devoluciones, que han dejado a muchos migrantes varados entre los dos países a menudo durante semanas y semanas en condiciones extremas y temperaturas bajo cero. Frontex, a su vez, ha sido acusada de no intervenir en las devoluciones ilegales de migrantes que tienen lugar en la frontera marítima entre Grecia y Turquía.
Creada en 2004, Frontex se ha convertido en la primera agencia de la UE en crear una fuerza permanente y uniformada. Su objetivo es llegar a tener 10.000 agentes fronterizos para el año 2027, frente a los 2.200 oficiales actuales. Si bien este organismo no está directamente involucrado estos días en los incidentes que se viven en la frontera entre Polonia y Bielorrusia. Sí tiene alrededor de 100 guardias fronterizos y 40 vehículos estacionados en la frontera entre Lituania y Bielorrusia.
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