La comunidad travesti y trans de Argentina está luchando incansablemente por una ley de reparación histórica que reconozca y repare las múltiples discriminaciones y violencias que han enfrentado a lo largo de los años. Este colectivo ha sido marginado y excluido de los derechos básicos, como el acceso a la salud, la educación y el trabajo. Su realidad ha sido invisible para la sociedad en general, lo que ha llevado a una situación de vulnerabilidad extrema.
La falta de políticas públicas adecuadas ha dejado a estas personas en una situación de desventaja y desprotección. Han sido víctimas de violencia física, emocional y sexual, y muchas veces han sido obligadas a ejercer trabajo sexual como única forma de subsistencia. Esta situación de vulnerabilidad afecta especialmente a las mujeres trans, quienes han sido sistemáticamente discriminadas y excluidas de la sociedad.
Es fundamental que se apruebe una ley de reparación histórica que pueda restituir los derechos y brindar oportunidades equitativas a esta comunidad. Esta ley debería incluir medidas concretas como la implementación de programas de inclusión laboral, acceso a la educación y a la salud integral, y la eliminación de los estigmas y prejuicios arraigados en la sociedad.
La lucha de la comunidad travesti y trans de Argentina no es nueva. Han sido muchas las organizaciones y activistas que han trabajado arduamente para visibilizar sus demandas y exigir justicia. Sin embargo, aún falta mucho por hacer. Es necesario que el Estado tome acciones concretas y se comprometa verdaderamente en la búsqueda de una sociedad más justa e igualitaria.
Columna Digital.
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