Convencer a las empresas, los bancos, los gobiernos y sobre todo a la ciudadanía de que la sostenibilidad es esencia para el beneficio de todos, incluyendo al planeta que se encuentra en estado crítico, ha sido un trabajo arduo pero fundamental que tan pronto como hasta hace poco parecía distante, pero que hoy comienza a integrar soluciones puntuales y con beneficios claros.
Hoy, pensar en verde no tiene sólo que ver con acciones que siguen siendo vitales a nivel individual, tales como separar la basura, hacer uso responsable e inteligente de los bienes naturales y materiales, así como echar mano de fuentes de energía y consumo mucho más éticas y razonadas en pro del ámbito. Trascender las buenas intenciones y representar de forma mucho más urgente y enfocada requiere de alianzas público-privadas más puntuales y estratégicas, así como de la décimo conjunta entre todos los actores de la sociedad, sin importar categoría socioeconómico o identificación política.
Para los ambientes financieros y productivos, esto ha representado la promesa de un valía a amplio plazo, mismo que puede detonar resultados positivos para las empresas y los negocios, la economía, el ámbito y sociedad en caudillo. Prueba de ello han sido las constantes discusiones y acciones con el humor de calcular y analizar de forma más precisa el impacto que tiene pensar en verde, a nivel negocio. Así, hoy existe una serie de métricas que reflejan estas dinámicas, tales como el retorno social de la inversión (SROI), el Impact Management Project, así como el Impact Rate of Return (iRR) o el Impact Multiple of Money (IMM), entre otros.
Involucramiento y participación
Más allá de los negocios que luchan por disminuir el uso de plástico, que reciclan de forma más enfocada y productiva, paralelamente al proceso de reeducación y sensibilización de los emprendedores que hoy ven en el ecosistema financiero verde un abanico de diversificación y oportunidades, existe una red de personas que trabajan para tender redes interdisciplinarias y participativas para empujar este dinamismo.
Un ejemplo: recientemente la Corporación Financiera Internacional (IFC), entidad del Grupo Banco Mundial y principal institución internacional de crecimiento dedicada exclusivamente al sector privado en los países emergentes, ha llevado a cabo una alianza importante con bancos como BBVA en México para diversos proyectos en la materia, destacando su participación en las ediciones 2019 y 2020 del Hackathon BBVA como asociado en el Reto Verde de dicha competencia. Asimismo se ha promovido la IFC-GBAC (Green Banking Academy), iniciativa de conocimiento y capacitación para acelerar la transformación a una banca verde, en donde el IFC ha brindado talleres en diferentes áreas como riesgos, administración y negocio, promoviendo y potenciando una economía verde, en donde el bienestar integral conformado por el eje ambiental-ciudadano-financiero potencia una calidad de vida mucho más sostenible, al tiempo que se replantea la necesidad mayor de un mejor planeta, en donde las crisis y las emergencias son transformadas en beneficios y oportunidades para todos.
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