El legislador conservador británico Rishi Sunak parece estar a un paso de sustituir a Liz Truss como próximo líder del gobernante Partido Conservador y primer ministro del país, luego de que el domingo Boris Johnson se retiró de la contienda, y este lunes Penny Mordaunt, anunciara también su retiro.
Sunak se convertiría oficialmente en primer ministro una vez que sea nombrado para el cargo por el rey Carlos III. Con 42 años, será además el primer ministro más joven del Reino Unido en más de 200 años.
Sunak era el favorito para convertirse en el tercer primer ministro del otoño del Reino Unido, y el quinto en seis años. Quedó en segundo lugar tras Truss en la anterior contienda, pero sus repetidas advertencias sobre el plan económico de ella se demostraron acertadas en un tiempo récord y ha reunido un buen número de apoyos dentro del partido.
La única competencia de Sunak era la miembro del Gabinete Penny Mourdant, que quedó tercera durante el verano. Pero Mourdant anunció este lunes que se retira de la carrera por el liderazgo del Reino Unido tras no haber logrado tomar mucho impulso en la contienda. Lo hizo a través de un comunicado publicado en su cuenta de Twitter.
Al tiempo que anunciaba que abandonaba la carrera por el liderazgo del Partido Conservador, Penny Mordaunt ofreció su “pleno apoyo” a Rishi Sunak como próximo primer ministro del Reino Unido.
“Nuestro partido es nuestra militancia. Ya seamos representantes elegidos, activistas, recaudadores de fondos o simpatizantes. Todos tenemos un interés en quién es nuestro líder”, dijo en Twitter.
“Ya hemos elegido a nuestro próximo primer ministro. Esta decisión es histórica y muestra, una vez más, la diversidad y el talento de nuestro partido. Rishi tiene todo mi apoyo”, dijo.
“Todos le debemos al país, a los demás y a Rishi, unirnos y trabajar juntos por el bien de la nación. Hay mucho trabajo por hacer”, dijo en su declaración publicada.
En unos días de maniobras políticas vertiginosas, Sunak ya se había librado de la competencia de su rival político Boris Johnson, que había intentado protagonizar un notable regreso político pocas semanas después de su dimisión. Tras días de especulaciones, el ex primer ministro se retiró de la carrera este domingo, insistiendo en que tenía suficientes diputados para seguir adelante, pero diciendo que no quería liderar un partido dividido.
El próximo primer ministro también deberá tomar las riendas de un país sumido en la oscuridad económica y resistirse a los crecientes llamamientos a buscar un nuevo mandato mediante la convocatoria de elecciones generales.
La agenda fiscal de Truss asustó a los mercados y dañó el valor de la libra, mientras que la crisis del coste de la vida ha aumentado la desigualdad y ha dejado a las familias sin poder llegar a fin de mes. Es justo decir que el interminable drama en la cúpula del Partido Conservador ha dejado a los votantes recelosos y ha amenazado la reputación de Gran Bretaña en todo el mundo.
El próximo líder del país prometerá poner fin a ese caos, pero no será fácil.
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