La Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS), informó que de 2017 a 2021 las aseguradoras pagaron 37,305 millones de pesos por daños a causa de sismos, desde eventos de gran magnitud hasta microsismos, pequeños movimientos telúricos que no precisan de alerta sísmica, pero que provocan daños a diversos inmuebles.
Los pagos más altos en el periodo mencionado (2017-2021) se realizaron en 2017 cuando en el mes de septiembre se reportaron dos sismos, uno de ellos de magnitud de 8.2; el monto que pagaron las aseguradoras en ese año por terremotos ascendió a 25,715 millones de pesos.
En 2018 las compañías de seguros pagaron 6,753 millones de pesos por daños derivados de sismos; en 2019, 2,760 millones; en 2020 fueron 991millones y en 2021 se entregaron 1,086 millones de pesos en indemnizaciones por estos motivos.
“México por su situación geográfica sabemos que está expuesto a diversos riesgos naturales, tales como: terremotos, erupción volcánica, huracanes, tormentas, inundaciones, sequías, entre otros. Estos fenómenos tienen una característica común y es que ocurren con una frecuencia muy baja, pero cuando ocurren generalmente ocasionan daños importantes, si lo comparamos con respecto a otro tipo de riesgos”, destacó Norma Alicia Rosas, directora general de la AMIS.
En México, septiembre es el mes cuando más se teme que ocurran sismos. El país ha enfrentado dos de los terremotos más dañinos registrados en estas fechas y cada 19 septiembre se realiza un simulacro para recordar la prevención y atención que se debe tener cuando se presente un sismo.
Vivienda, el principal activo de las familias, sin seguro
A pesar de que la vivienda es el principal activo no financiero de las familias mexicanas, los inmuebles no cuentan con la protección de un seguro.
Norma Alicia Rosas, explicó que alrededor del 7.8 millones de viviendas de las 35.2 millones de casas reportadas ante el Inegi en el país cuentan con un seguro que las protege financieramente ante daños, por fenómenos como sismos u otras catástrofes naturales.
Dentro de este total se encuentran las viviendas que tienen un seguro ligado a un crédito hipotecario y que son la mayoría, pues sólo 7% tienen un producto de aseguramiento contratado de manera voluntaria.
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