El ex presidente brasileño Fernando Collor de Mello, conocido como el primer mandatario elegido de manera democrática tras el fin de la dictadura militar, fue arrestado recientemente por orden del Supremo Tribunal Federal (STF) de Brasil. A sus 75 años, Collor fue detenido en Maceió, Alagoas, mientras se preparaba para viajar a Brasilia y cumplir con una decisión judicial, en un caso que resuena por su relación con la emblemática investigación Lava Jato.
En 2023, Collor había sido condenado a una pena efectiva de ocho años y diez meses por corrupción, tras haber recibido 20 millones de reales (aproximadamente 3.5 millones de dólares) como soborno para facilitar contratos irregulares entre una constructora y una subsidiaria de Petrobras, la gigante petrolera estatal brasileña. La detención se produjo a las 4 de la mañana, un indicativo del carácter de urgencia de la medida judicial.
El juez Alexandre de Moraes, a cargo de emitir la orden de prisión, argumentó que los recursos presentados por la defensa de Collor eran “meramente dilatorios”, lo que llevó a la determinación de que su encarcelamiento era justificado. Sus abogados mostraron su sorpresa y preocupación ante el fallo.
Este evento no es aislado en la historia política brasileña; desde el retorno a la democracia, cuatro de los siete ex presidentes del país han enfrentado condenas judiciales, encarcelamientos o destituciones. Entre ellos, el ex presidente Jair Bolsonaro, quien también se encuentra bajo el espectro de juicios por su papel en intentos de golpe de Estado luego de su derrota electoral.
Fernando Collor, que asumió la presidencia entre 1990 y 1992, fue una figura que atrajo grandes expectativas al ser el primer presidente elegido tras el fin del régimen militar. Sin embargo, su mandato se vio empañado por denuncias de corrupción que culminaron en su renuncia en medio de protestas.
Después de haber estado alejado de la política, Collor regresó en 2006 como senador por Alagoas, donde se mantuvo hasta 2022 y apoyó al entonces candidato Bolsonaro en las elecciones. Su influencia, sin embargo, fue objeto de crítica, ya que la corte suprema lo acusó de utilizar su poder político para direccionar nombramientos y contratos en beneficio propio.
La situación de Collor refleja la compleja y tumultuosa historia política de Brasil, donde los escándalos de corrupción han marcado la narrativa en las últimas décadas, impactando de manera significativa en la percepción pública y la confianza en las instituciones. A medida que su caso avanza, Brasil observa el desarrollo de un episodio que podría tener implicaciones profundas en el panorama político actual y futuro del país.
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