Tras un prolongado litigio de 18 años, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha emitido un laudo definitivo a favor de los trabajadores que exige al Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos y Similares de la República Mexicana, encabezado por Napoleón Gómez Urrutia, el pago de 55 millones de dólares. Esta suma representa el 5% de la venta de Mexicana de Cananea y es considerada un logro significativo para los trabajadores, quienes han enfrentado un arduo camino en su búsqueda de justicia.
La resolución, que abarca más de 700 páginas, documenta las difíciles trayectorias de los trabajadores a lo largo de este prolongado proceso. Ahora, se procederá a calcular cuánto corresponde a cada trabajador, y aunque se anticipa que el Sindicato intentará ampararse, se prevé que cualquier esfuerzo en este sentido sea improcedente, dado que el proceso ha alcanzado su culminación.
El laudo establece que, según el expediente 14/2012, se abrirá un incidente de liquidación fundamentado en el artículo 843 de la Ley Federal del Trabajo. Este mecanismo buscará determinar la base de trabajadores que prestaban servicios a las empresas Mexicana de Cobre y Mexicana de Cananea desde el 31 de octubre de 1988, así como establecer la proporción que corresponde a cada uno sobre la cantidad total a distribuir.
Es importante subrayar que si existe alguna discrepancia respecto a la cifra de $80,000 pesos que el Sindicato entregó a cada trabajador, este deberá cubrir la diferencia. Asimismo, el laudo subraya que la organización sindical, en lugar de su representante, será responsable de la distribución de los recursos, junto con los rendimientos que estos hayan generado en bancos donde se depositaron los 55 millones de dólares.
La historia de este litigio se remonta a 2006, cuando se presentó la primera denuncia sobre el manejo irregular de los fondos obtenidos por el sindicato en 2004, parte de un acuerdo con Mexicana de Cananea, perteneciente a Grupo México, que nunca se distribuyó entre los trabajadores.
Finalmente, el laudo también señala los casos de aquellos que no se beneficiarán de estos recursos, en parte debido a que presentaron sus demandas fuera del plazo establecido. Este desenlace no sólo marca un hito en la lucha de los trabajadores mineros por sus derechos, sino que también resalta la importancia de la transparencia y la rendición de cuentas en la gestión de fondos sindicales.
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