Levanta tu minifalda con tacones blancos este verano.

Las recientes citas nocturnas de Taylor Swift y Travis Kelce han sido todo un derroche de glamour, llevándolos desde los vibrantes estadios de hockey de Florida hasta la boda de un amigo cercano. Ahora están de regreso en Nueva York, donde su regreso a la cotidianidad se manifiesta a través de sus elecciones de moda siempre acertadas y en tendencia.

El último fin de semana, la aclamada cantautora, conocida por su emblemático Eras Tour, y su compañero, el destacado jugador de fútbol americano, disfrutaron de una cena en uno de los restaurantes más exclusivos de la Gran Manzana: Torrisi, un establecimiento italiano de alta gama que es bastante codiciado. La pareja, que ha estado fuera de la ciudad debido a los compromisos de pretemporada de Kelce en Florida, ha aprovechado esta visita para deleitarse con su amor compartido por la cocina italiana, frecuentando lugares emblemáticos como Del Frisco’s Grille, la pizzería Lucali, y el constantemente aclamado Waverly Inn en el West Village.

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Durante su estadía, también se produjo un reencuentro significativo: Travis y su hermano Jason participaron en el prestigioso Festival Internacional de Creatividad Cannes Lions, donde discutieron sobre su podcast New Heights, sumando un giro emocionante a su agenda.

En la vertiente de moda, Taylor optó por un look veraniego encantador, combinando un top Reformation Seren, que presenta un bonito corsé de cuello redondo en un delicado tono azul aciano, con una minifalda de popelín rosa pálido de la marca Miu Miu, que se evidencia como una de las tendencias más destacadas. Para completar su conjunto, llevó un bolso cruzado Mansur Gavriel mini cloud en un suave color crema—ya un habitual en su armario—y unos sofisticados zapatos de tacón Le Silla en el mismo tono.

Las joyas, siempre un punto clave en su estilo, no faltaron en esta ocasión. Destacó un reloj de diamantes de Cartier y un collar de ópalo con cadenas de oro de FoundRae, incluyendo un elegante colgante en forma de arco y flecha. Para rematar su look, Taylor mantuvo su emblemático labial rojo y lució su cabello largo y suelto, con un flequillo que ha definido su imagen a lo largo de los años.

Sin dudas, estas apariciones no solo destacan el romance de la pareja, sino también su inconfundible sello de estilo en el bullicioso y a menudo ajetreado escenario de Nueva York.

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