Ciudad de México, 26 de junio de 2025 — El Mundial de Clubes 2025, el primero en la historia con la participación de 32 equipos, enfrenta una inesperada dificultad: las altas temperaturas en varias de las sedes estadounidenses han generado incomodidad entre jugadores, entrenadores e incluso afectado el desarrollo de algunos encuentros.
Desde el inicio del torneo el pasado 15 de junio, el calor extremo ha sido una constante. En ciudades como Pasadena, California, y Charlotte, Carolina del Norte, se han registrado temperaturas superiores a los 30 grados centígrados, lo que ha impactado directamente en el rendimiento de los equipos.
Jugadores del Atlético de Madrid, como Marcos Llorente y Javi Galán, se quejaron abiertamente tras el duelo frente al PSG, disputado al mediodía en el Rose Bowl bajo un sol intenso. “Es un calor terrible, me dolían hasta las uñas de los pies”, dijo Llorente tras la derrota 4-0.
Situaciones similares se presentaron en el Bayern Múnich y Borussia Dortmund, cuyos suplentes prefirieron observar los partidos desde el vestuario para evitar la exposición directa al sol. En el caso del Dortmund, el cuerpo técnico implementó barras de enfriamiento y aire acondicionado para aliviar a los jugadores tras el esfuerzo físico.
Por su parte, el Chelsea tuvo que acortar una sesión de entrenamiento en Filadelfia debido a los 32 grados registrados. Su técnico, Enzo Maresca, destacó que no se trata de buscar excusas, sino de adaptarse a una realidad climática que está afectando por igual a todos los equipos.
La FIFA ha implementado pausas de hidratación durante los encuentros para mitigar los efectos del calor, pero las críticas persisten, sobre todo en torno a los horarios de mediodía, fijados principalmente para favorecer la transmisión televisiva en Europa.
Estos factores podrían servir de lección para la organización del Mundial de 2026, que también se celebrará en Estados Unidos, Canadá y México. De los 16 estadios seleccionados como sede, solo cinco cuentan con techos retráctiles o coberturas que pueden ayudar a reducir la incidencia del sol: BC Place (Vancouver), Estadio de Atlanta, Estadio de Dallas, Estadio de Los Ángeles y Estadio en Washington.
La FIFA podría verse obligada a replantear la programación y las condiciones de juego en torneos futuros si desea garantizar el bienestar de los futbolistas y la calidad del espectáculo.
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