La presidenta Claudia Sheinbaum ha dejado claro que su administración se mantendrá firme en la lucha contra la impunidad y los linchamientos mediáticos en el contexto de las acusaciones dirigidas a Adán Augusto López, exfuncionario de su gabinete y exsecretario de Seguridad de Tabasco. En respuesta a los recientes cuestionamientos sobre el caso de Hernán Bermúdez Requena, Sheinbaum ha solicitado un tratamiento equilibrado y justo en la cobertura mediática.
La mandataria enfatizó que, aunque no se debe proteger a nadie con indicios de vínculos delictivos o corrupción, tampoco se debe permitir un ataque sin fundamento a quienes enfrentan acusaciones. Su postura se contrasta notablemente con la de administraciones anteriores, subrayando que su gobierno actúa con celeridad al abrir investigaciones cuando surgen alertas sobre posibles irregularidades.
En este sentido, la presidenta resaltó la diferencia en el manejo del caso actual comparado con el de Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública, quien ha enfrentado procesos judiciales severos en Estados Unidos. La rapidez en la respuesta de las autoridades es un componente clave en la estrategia de la administración de Sheinbaum.
En sus declaraciones, Sheinbaum reafirmó el compromiso de su gobierno con la transparencia, insistiendo en que la fiscalía debe investigar a fondo, sin importar la afiliación política de los implicados. “No vamos a encubrir a nadie”, afirmó, reiterando su rechazo a los linchamientos en redes sociales y medios.
Además, la presidenta confirmó que mantuvo una reunión la semana pasada con Adán Augusto López y el senador Ricardo Monreal en Palacio Nacional. Estas juntas, que tienen lugar regularmente los lunes, se centran en revisar la agenda legislativa, analizando tanto leyes aprobadas como aquellas que están pendientes en el Congreso.
El contexto de estas interacciones refleja los esfuerzos continuos de la administración por mantener un diálogo abierto entre los sectores políticos, fortaleciendo la colaboración para abordar y resolver los desafíos legislativos actuales.
Así, en un panorama de creciente interés mediático y público, la postura de Sheinbaum resuena como un llamado a la mesura y al enfoque en los procesos judiciales, manteniendo la firmeza en su política de no encubrimiento mientras se evita el sensacionalismo.
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