La Cámara Nacional de Comercio, Servicios y Turismo de la Ciudad de México (Canaco CDMX) ha emitido una alarmante advertencia sobre el creciente fenómeno de la actividad económica informal en el país. Esta situación, que se ha acentuado entre 2018 y 2023, ha visto un aumento del porcentaje de negocios informales, pasando de un 62.6% a un 64.3%. Esto significa que más de 3.5 millones de establecimientos operan sin cumplir con los marcos legales establecidos, según los últimos datos del Censo Económico del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Vicente Gutiérrez Camposeco, presidente de la Canaco CDMX, ha subrayado que permitir el crecimiento de la informalidad implica aceptar un modelo de desarrollo que se caracteriza por la baja productividad, la falta de contratos laborales y la ausencia de acceso a la seguridad social. Este entorno no solo perpetúa la ilegalidad, sino que también favorece la producción y comercialización de bienes y servicios que no cumplen con las normas de la economía formal y del Estado de derecho.
Además, la economía informal presenta serios desafíos. Los productos que se comercializan en estas plataformas muchas veces carecen de los controles de calidad necesarios, lo que pone en riesgo la salud pública. Por otro lado, dicha informalidad crea una competencia desleal ante aquellos negocios que cumplen con las obligaciones fiscales y legales, lo que desincentiva el cumplimiento normativo y merma la confianza en el mercado.
Un aspecto aún más preocupante es la interrelación entre la informalidad y la criminalidad. Gutiérrez Camposeco ha destacado cómo la impunidad ha permitido a ciertos grupos criminales utilizar el comercio informal como una fachada para llevar a cabo actividades ilícitas, generando una sensación de inseguridad que afecta a la vida cotidiana de los ciudadanos en calles y plazas públicas.
En respuesta a esta situación crítica, el líder empresarial ha exhortado a los gobiernos federales, estatales y municipales a implementar acciones efectivas e inmediatas. Señaló que el sexenio anterior se permitió que la delincuencia organizada creciera sin control y teme que, si no se aborda adecuadamente la actividad informal, se repita un patrón similar en la solución de este problema. La advertencia es clara: actuar contra la informalidad ahora es crucial para evitar que se convierta en una cuestión aún más difícil de manejar en el futuro.
Este mensaje subraya la importancia de un enfoque coordinado y enérgico por parte de todas las instancias gubernamentales para enfrentar la creciente marea de la informalidad, que no solo afecta a la economía, sino que también tiene repercusiones sociales y de seguridad en el país.
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