El peso mexicano ha mostrado un leve repunte frente al dólar en la jornada más reciente. Este ligero ascenso se ha visto favorecido por el debilitamiento de la moneda estadounidense, en un contexto donde las apuestas sobre recortes de tasas de interés en Estados Unidos se han intensificado. Así, el peso cierra la semana con una apreciación acumulada que supera el 1.5 por ciento.
Durante la sesión, el tipo de cambio se situó en 18.6014 unidades por dólar, un avance desde el cierre de 18.6368 del día anterior. Este movimiento significa una ganancia de 3.54 centavos, o una variación del 0.19 por ciento a favor de la moneda nacional. El precio del dólar osciló entre un máximo de 18.6373 y un mínimo de 18.5465 unidades. Por su parte, el Índice Dólar (DXY)—que evalúa el rendimiento de la divisa estadounidense frente a una cesta de seis monedas—subió un 0.18 por ciento, situándose en 98.27 unidades.
Con respecto a las tasas de la Reserva Federal (Fed), se ha anunciado la nominación de Stephen Miran, actual presidente del Consejo de Asesores Económicos, como nuevo gobernador de la institución. Esto se produce tras la salida de Adriana Kugler y ha alimentado expectativas hacia una política monetaria más expansiva, lo cual podría conllevar ajustes en las tasas de interés.
Este panorama de posibles recortes en las tasas estadounidenses beneficia al peso, haciendo que su atractivo se mantenga debido al diferencial de tasas. Este atractivo se consolida aún más tras la reciente decisión del Banco de México (Banxico) de moderar su ritmo de recortes a la tasa de referencia. La entidad llevó a cabo un ajuste de 25 puntos base, después de un periodo en el que había implementado reducciones más agresivas de 50 puntos.
Analistas como los de VT Markets proyectan dos recortes adicionales de 25 puntos básicos, llevando la tasa a un 7.25 por ciento en la primera mitad de 2026, siempre y cuando la inflación subyacente continúe su tendencia a la baja. Bajo tales circunstancias, se anticipa que la paridad del peso podría fluctuar entre 18.40 y 18.95 unidades y, en un escenario optimista, podría tocar las 18.35.
En el balance semanal, el peso mexicano se depreció en 28.72 centavos, lo que equivale a una disminución del 1.54 por ciento desde el nivel de 18.8886 unidades del viernes anterior. Este retroceso se da en medio de un contexto donde los datos económicos de Estados Unidos han resultado débil y no hay presiones inflacionarias significativas derivadas de aranceles.
Estos movimientos en el mercado de divisas reflejan un delicado equilibrio entre la economía mexicana y sus vínculos con el entorno económico estadounidense, haciendo que tanto inversionistas como analistas mantengan una atención constante a las decisiones de política monetaria y los datos económicos que puedan influir en las dinámicas futuras.
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