El evento de Google, un viaje surrealista

En las últimas dos décadas, la imagen de una presentación de lanzamiento de producto ha estado claramente definida: un ejecutivo carismático que camina por el escenario, acompañado de animaciones, clips pregrabados y algunas demostraciones en vivo que hacen vibrar al público. Esta fórmula, que se remonta a momentos icónicos como los de Steve Jobs en su característico suéter negro, ha sido el modelo a seguir para casi todos los eventos tecnológicos.

Sin embargo, la reciente presentación del evento Made by Google rompió con esta tradición. En lugar de un escenario convencional, la atmósfera se asemejó más a una grabación del programa The Tonight Show con Jimmy Fallon al mando. En los momentos previos al espectáculo, los asistentes fueron animados por un cómico previo mientras se iluminaba una señal de aplauso. Un equipo de camarógrafos se movía ágilmente entre varios sets, enfatizando que gran parte de la interacción fue cuidadosamente guionizada.

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Rick Osterloh, vicepresidente senior de dispositivos y servicios de Google, no se presentó de pie en el escenario para hablar sobre los nuevos teléfonos Pixel 10, el reloj Pixel Watch 4 y los Pixel Buds 2A; en cambio, se sentó en un cómodo sillón mientras Fallon lo “entrevistaba” como a un invitado del programa. Clips pregrabados se proyectaron, y tras el segmento de Osterloh, Fallon y un colaborador de Google cambiaron a otro set para presentar los distintos gadgets como si estuvieran en un canal de compras por televisión. Influencers y celebridades, como Alex Cooper y el conocido comentarista Subway Takes, hicieron apariciones para mostrar las nuevas características de Gemini, culminando con la aparición sorpresa de un miembro de los Jonas Brothers para estrenar un video musical.

Esta presentación generó una sensación de disonancia cognitiva al escuchar a figuras conocidas discutir características de inteligencia artificial que pocos parecían comprender a fondo. La atmósfera, que recordaba a episodios de programas como Wandavision, destacaba un paisaje distorsionado y artificial del entretenimiento.

La esencia de un keynote, que ha sido históricamente ser informativa y sorprendente, parecía haber tomado un giro hacia lo meramente entretenido. El evento estaba más enfocado en el espectáculo que en la presentación detallada de productos. Así, surgieron interrogantes sobre el público objetivo: ¿se dirigía a aquellos consumidores comunes que se sienten cómodos viendo a Fallon familiarizándose con conceptos como RCS? ¿Era un intento de atraer a una generación Z desinteresada, atraída por figuras populares que promovían productos, incluso con cierta ironía?

Durante el evento, se manifestó una tendencia en la que las empresas buscan conectar directamente con las audiencias a través de influencers y plataformas digitales, en lugar de depender exclusivamente de los medios tradicionales. Con la disminución de la televisión como principal canal de promoción, Google podría estar explorando nuevas formas de alcanzar a los consumidores, lo que podría implicar que el modelo tradicional de keynote ya no es la única vía para suscitar interés.

Aunque este cambio puede parecer abrupto, es posible que se trate de una evolución necesaria. A menudo, las presentaciones convencionales han perdido frescura, y si bien este enfoque resultó un tanto incómodo, al menos prometió un nuevo aire de innovación.

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