El pasado fin de semana, el famoso comediante Brincos Dieras enfrentó una controversia considerable en Puebla, al cancelar su espectáculo durante la celebración de sus 30 años de carrera artística. A pesar de su afirmación de que el evento no se canceló en términos absolutos, las circunstancias dieron un giro inesperado que dejó insatisfecho a un numeroso público.
La situación comenzó cuando Brincos Dieras, quien se presentó en el Centro Expositor, se refirió a problemas de sonido durante el show. Según el comediante, el recinto contaba con “demasiado público”, sin embargo, esto fue refutado por asistentes que notaron que el lugar no estaba lleno. Desde el inicio del evento, las quejas sobre la calidad del audio se hicieron evidentes, lo que provocó que el ambiente se tornara tenso. A lo largo de su presentación, el público comenzó a expresar su descontento, lo que llevó a la cancelación después de solo 30 minutos de inicio.
El comediante mostró su frustración en redes sociales, reconociendo que, a pesar de las pruebas de sonido previas, el espectáculo no cumplió con las expectativas técnicas necesarias. Este tipo de problemas son comunes en eventos en vivo, y por ello existen protocolos establecidos, como el “rider”, que detalla los requisitos técnicos que deben ser cumplidos. Si estas especificaciones no se cumplen, el artista tiene el derecho de negarse a presentarse, dejando en duda si hubo una falta de preparación en el equipo encargado del evento.
El organismo encargado de administrar el Centro Expositor, Convenciones y Parques, se deslindó de cualquier responsabilidad sobre los fallos técnicos. Este organismo se limita a arrendar el espacio, dejando la producción y logística del evento en manos de la empresa contratante, FM Producciones. Mientras tanto, los seguidores de Brincos Dieras han pedido a las autoridades que aborden la situación, ya que las reprogramaciones y las dificultades para la devolución de boletos se están convirtiendo en una constante en la ciudad.
A raíz de la cancelación, Brincos Dieras anunció que los boletos adquiridos serían válidos para una nueva fecha, aunque persisten las dudas sobre qué sucederá con aquellos que no estén dispuestos a esperar. En un giro que muchos espectadores no esperaban, la frustración del público fue palpable, evidenciando una falta de control y planificación en la realización del evento.
Con todo, este episodio ha puesto en evidencia no solo la importancia de la organización en eventos en vivo, sino también el impacto que las fallas técnicas pueden tener en la experiencia del espectador. A medida que el público busca soluciones y respuestas, queda la incógnita de cómo será la próxima presentación de Brincos Dieras y qué lecciones se podrán extraer de lo ocurrido.
La situación, que ha suscitado un gran debate, sigue resonando entre los asistentes y aficionados al entretenimiento en Puebla. La comunidad aguarda una resolución satisfactoria y la promesa de un espectáculo que esté a la altura de las expectativas de los fans.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.