La NFL atraviesa un momento delicado tras la reciente lesión de Lamar Jackson, quarterback de los Baltimore Ravens y ganador del MVP en 2019. Durante un enfrentamiento contra los Kansas City Chiefs, Jackson se vio obligado a abandonar el campo debido a molestias en el tendón de la corva, sumándose así a una creciente lista de figuras clave que han caído en este inicio de temporada.
Según reportes de The Baltimore Sun, se estima que la ausencia de Jackson podría extenderse entre dos y tres semanas, un contratiempo significativo para los Ravens, que actualmente presentan un récord de 1-3. Sus próximos partidos son contra los Houston Texans y Los Ángeles Rams, justo antes de un descanso programado en la séptima semana. La pérdida de su líder ofensivo podría profundizar la crisis en un equipo que aspiraba a pelear por el Super Bowl.
El head coach John Harbaugh reconoció la gravedad de la lesión, confirmando que el carácter competitivo de Jackson le habría impulsado a seguir jugando si fuera posible. En su lugar, el veterano Cooper Rush tomó las riendas del ataque, completando solo 9 de 13 pases para 52 yardas en una derrota contundente por 37-20 ante los Chiefs. Sin Jackson, la ofensiva de Baltimore sufrió un colapso evidente; la línea ofensiva, debilitada por la salida de Ronnie Stanley, no pudo sostener el juego terrestre, lo que obligó al coordinador ofensivo Todd Monken a ajustar su estrategia hacia un plan que se basaba en la fuerza de Derrick Henry. Sin embargo, esta táctica es predecible y pone en desventaja a Rush, quien no ofrece las mismas garantías que Jackson.
Las estadísticas de Rush acumuladas durante su tiempo con los Dallas Cowboys no respaldan su inclusión como titular. En sus 13 juegos como mariscal, su promedio de 6.4 yardas por intento y su índice de pasador de 84.7 lo posicionan entre los quarterbacks de menor rendimiento en la liga. Su actuación en Kansas City subrayó el bajo techo ofensivo de Baltimore sin Jackson.
La situación es aún más preocupante considerando que otros quarterbacks de renombre, como Joe Burrow, JJ McCarthy y Jayden Daniels, también han caído por lesiones, reflejando una ola que pone en riesgo las aspiraciones de varios equipos en la liga. Baltimore no solo enfrenta la baja de Jackson; el tackle defensivo Nnamdi Madubuike se perderá la temporada por una lesión en el cuello, y jugadores destacados como Roquan Smith y Marlon Humphrey se encuentran en la lista de bajas.
A pesar de estos obstáculos, la esperanza reside en el regreso de Jackson. Su resurgimiento podría ser crítico para mantener viva la temporada de los Ravens. Si logra recuperarse para la semana ocho, el equipo podría encontrar la oportunidad de dar un giro, aunque cualquier complicación podría resultar en una eliminación prematura de la contienda.
A medida que avanza la temporada, la NFL pierde a una de sus figuras más carismáticas y los Ravens enfrentan un panorama complicado en su lucha por un lugar en los playoffs. Con un calendario implacable y tripulación afectada por lesiones, Baltimore se halla en una encrucijada crucial que determinará su éxito o fracaso en los próximos meses.
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