La agencia Fitch Ratings ha elevado la calificación de Petróleos Mexicanos (Pemex) de “BB” a “BB+” en sus notas de largo plazo tanto en moneda local como extranjera, otorgándole además una perspectiva estable. Este ajuste se realizó el 2 de octubre de 2025 y se debe a la exitosa ejecución, por parte de Pemex, de una oferta pública de adquisición valorada en 9,900 millones de dólares, que abarcó ocho series de valores. Este financiamiento provino en su totalidad de los ingresos en efectivo del gobierno mexicano, lo que fortalece la relación entre la petrolera estatal y la administración federal.
Fitch ha explicado que la mejora en la calificación refleja una evaluación más favorable de la supervisión y el apoyo del gobierno hacia Pemex. La nueva calificación posiciona a la empresa un nivel por debajo de la calificación soberana de México, en lugar de dos niveles, como se dio previamente. Esto sugiere un avance en la percepción de la viabilidad financiera de la empresa.
Además, se ha mencionado que México ha implementado cambios legislativos que permiten a Pemex compartir un techo de deuda con la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), un movimiento que podría ayudar a mitigar el apalancamiento y los costos de financiación de la compañía. Fitch destacó que la licitación de los 9,900 millones de dólares se realizó de acuerdo con lo previsto y se financió con efectivo del gobierno mexicano, lo que materializa una intención legislativa clara.
Sin embargo, la agencia también advirtió que la falta de inversión en activos de exploración, producción, refinación y comercialización ha perjudicado el rendimiento operativo y financiero de Pemex. La producción y el desarrollo de nuevos yacimientos han disminuido en años recientes, generando riesgos significativos en las inversiones vinculadas a la exploración y producción.
Cabe señalar que el 25 de septiembre de 2025, Moody’s hizo sonar la alarma respecto a que las nuevas medidas recaudatorias del gobierno mexicano son insuficientes para cubrir los gastos fijos relacionados con programas sociales y la financiación de Pemex. Durante un congreso en Ciudad de México, un portavoz de la agencia evaluadora advirtió que Pemex continúa siendo un desafío para el ámbito financiero público.
A pesar de estos contratiempos, Moody’s anticipa que la deuda de Pemex podría reducirse a aproximadamente 78 mil millones de dólares para 2027, lo que representaría un ahorro cercano a 5 mil millones de dólares en pagos de intereses. Esta información refleja el contexto financiero de Pemex hasta la fecha de publicación original en octubre de 2025 y permite vislumbrar los retos y posibilidades que enfrenta la empresa en los próximos años.
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