OpenAI parece estar tomando un nuevo rumbo en su enfoque hacia el copyright y la propiedad intelectual con el lanzamiento de su aplicación de video, Sora. Mientras que esta innovadora plataforma se presentó como una alternativa a TikTok, ha generado un considerable debate en torno a la utilización de la propiedad intelectual de terceros.
Antes del debut de Sora, se informó que OpenAI notificaba a estudios de Hollywood y agencias que estos debían optar explícitamente por no participar si no deseaban que su propiedad intelectual fuera incluida en los videos generados por Sora. Esta estrategia ha levantado preocupaciones y debates sobre los derechos de autor en el ámbito digital.
A pesar de estar en una fase de acceso solo por invitación, Sora rápidamente ascendió a los primeros lugares en las listas de aplicaciones de EE. UU. Su característica distintiva, los “cameos”, permite a los usuarios cargar datos biométricos para ver su imagen digital integrada en videos generados por inteligencia artificial. Esto ha entusiasmado a muchos, aunque también ha suscitado comentarios sobre su uso de personajes protegidos por derechos de autor.
Curiosamente, algunos usuarios parecen disfrutar al desafiar las leyes de copyright al crear videos que presentan interacciones entre personajes famosos de grandes estudios, incluyendo situaciones donde estos personajes critican la política de copyright de la empresa. Por ejemplo, notables personajes animados se han visto inmersos en videos con combinaciones sorprendentes, incluyendo la interacción con representaciones digitales del CEO de OpenAI, Sam Altman.
En un reciente blog, Altman anunció planes para modificar Sora, incluyendo la intención de otorgar a los titulares de derechos más control sobre la generación de personajes, proponiendo un modelo de “opt-in” que requeriría el permiso explícito de los estudios antes de permitir su uso en la aplicación. Este cambio sugiere un enfoque proactivo para abordar las preocupaciones de la propiedad intelectual y las expectativas de los derechos de autor.
Altman también mencionó que la empresa ha recibido un feedback positivo de muchos titulares de derechos que están intrigados por esta nueva forma de “ficción interactiva”, aunque desean especificar cómo pueden ser utilizados sus personajes. Se prevé que este nuevo modelo le ofrezca más libertad a los creadores, al tiempo que respeta las preocupaciones de los propietarios de contenido.
Sin embargo, también se reconoció que podrían surgir casos “extremos” donde se generen contenidos no deseados. Respecto a monetización, Altman admitió que la empresa está explorando formas de generar ingresos más allá de tarifas de creación de videos adicionales durante periodos de gran demanda.
El optimismo de Altman respecto a que esta nueva forma de interacción será valiosa no solo para los usuarios, sino también para los titulares de derechos, sugiere un interés compartido en la evolución de cómo se utiliza y monetiza el contenido digital en la era de la inteligencia artificial. Con todos estos cambios en el horizonte, Sora podría redefinir la relación entre creadores y propietarios de contenido en el mundo digital.
La información aquí presentada es relevante a partir del 4 de octubre de 2025.
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