En los últimos días, el ambiente en Bluesky ha estado marcado por una creciente peculiaridad relacionada con publicaciones sobre waffles. Este revuelo parece haberse originado a partir de un post de Jerry Chen que, con tono irónico, criticaba una forma de santurronería presente en redes sociales, manifestando: “(un usuario de Bluesky irrumpe en Waffle House) ¿OH, ASÍ QUE ODIAS LOS PANQUEQUES?”. La publicación recibió la aprobación de Jay Graber, CEO de Bluesky, quien añadió que esta situación era “demasiado real” y apuntó a un deseo por cambiar esta tendencia dentro de las redes sociales.
A lo largo de este intercambio, emergió el nombre de Jesse Singal, quien ha sido foco de controversia en Bluesky. Singal, criticado por su postura sobre temas trans, había sido objeto de una petición en Change.org que logró más de 28,000 firmas instando a su prohibición en la plataforma. Hasta la fecha de publicación original (5 de octubre de 2025), se reportó que él era el usuario más bloqueado en la red social, hasta que el vicepresidente JD Vance lo superó en esta clasificación.
Graber, en un post posterior, reflexionó sobre cómo el acoso a los moderadores para que banearan a alguien nunca había resultado efectivo, aludiendo indirectamente a la controversia. La situación se intensificó cuando algunos usuarios comenzaron a criticar su manejo, sugiriendo que la líder debía disculparse. Graber, en su característico estilo irónico, contestó a los detractores con comentarios como “¿Dónde está tu pago?” o sugiriendo una “huelga de carteles”.
La polémica evoca tensiones latentes entre la empresa y sus usuarios, algo que se evidenció anteriormente ante una actualización de las directrices de la comunidad y que ha suscitado críticas sobre la rapidez con que Bluesky ha prohibido a ciertos usuarios, mientras parece haber indulgencia hacia cuentas de mayor notoriedad como la de Singal. Este dilema puede reflejar diferentes visiones sobre el propósito y la esencia de Bluesky: algunos la ven como un refugio para comunidades marginadas, sintiéndose traicionados cuando la dirección no defiende a estos usuarios.
Una opinión en el seno de la plataforma acusó a la dirección de haber llegado a despreciar la carga que trae gestionar una red social amplia y sugirió que sería mejor que se dedicaran a la creación de protocolos donde no tuvieran que lidiar con críticas populares. Graber, por su parte, ha evitado alinearse con un grupo o ideología política específica, enfatizando la naturaleza descentralizada que permite a los usuarios construir alternativas dentro del mismo sistema.
En el contexto actual, Graber también abordó el concepto de la “aceleración de la descentralización”, resaltando que la empresa es en esencia constructora de sistemas. Aparentemente había vislumbrado estos conflictos potenciales desde el inicio, subrayando en documentos fundacionales que la empresa podría convertirse en un adversario en el futuro.
Las tensiones en Bluesky han evolucionado hasta el punto de que, si bien la discusión sobre waffles ha atraído la atención de muchos, en el fondo se trata de una lucha más amplia sobre los derechos y la representación dentro de un espacio digital. Las interacciones y la cultura emergentes en este entorno prometen seguir evolucionando, con implicaciones significativas para el estado y la dirección futura de Bluesky y sus comunidades.
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