El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha emitido una proclamación oficial reinstaurando el Día de Colón como celebración nacional este lunes, presentándolo como un homenaje al “héroe original de América” y a las contribuciones de la comunidad italo-americana. Esta decisión representa un claro giro cultural y político en un país donde muchos estados y ciudades habían optado por sustituir dicha fecha por el Día de los Pueblos Indígenas, en reconocimiento a las poblaciones nativas afectadas por la llegada europea al continente.
Firmada el 9 de octubre, la proclamación describe a Cristóbal Colón como un “gigante de la civilización occidental” y critica a los “radicales de izquierdas” por intentar borrar su figura del espacio público mediante la retirada de estatuas y el cambio del nombre de esta festividad. Trump llama a “reclamar su legado de fe, valentía y perseverancia”, sin mencionar las críticas históricas sobre las consecuencias negativas de sus expediciones, que incluyen la violencia, la colonización y las enfermedades que devastaron a los pueblos originarios.
Este gesto se produce en un contexto de intensa polarización política, donde entre 2020 y 2024 crecieron los movimientos que promovían el Día de los Pueblos Indígenas como una alternativa, buscando amplificar las voces de las comunidades nativas y de académicos que cuestionan la narrativa heroica en torno a Colón. Para muchos, la celebración de su figura implica ignorar que su llegada a América marcó el inicio de siglos de dominación colonial.
El origen de Colón también ha sido un tema de debate. Aunque Trump lo describe como genovés, diversas teorías han sugerido orígenes alternativos, incluidos catalán y portugués. Esta ambigüedad acerca de su figura ha alimentado discusiones que trascienden la política estadounidense contemporánea.
El Día de Colón fue institucionalizado en 1892, tras el linchamiento de 11 inmigrantes italianos en Nueva Orleans, como un gesto de reconciliación hacia la comunidad italo-americana. Su significado ha evolucionado, navegando entre el orgullo de esa comunidad inmigrante y la memoria histórica de los pueblos nativos. En 2021, el presidente Joe Biden fue el primero en formalmente reconocer el Día de los Pueblos Indígenas en la misma fecha.
Trump continúa promoviendo un relato nacionalista que asocia a Colón con los valores fundacionales de Estados Unidos, a pesar de que él nunca pisó suelo estadounidense. La proclamación sugiere que la llegada de 1492 fue un acto de “fe” y “coraje”, presentando su cruce del Atlántico como preludio de la independencia americana en 1776.
Diversas organizaciones indígenas han criticado esta proclamación, argumentando que perpetúa un “mito colonial”. No obstante, más de 17 estados y numerosas ciudades han adoptado oficiosamente el Día de los Pueblos Indígenas, continuando su celebración por encima de la proclama presidencial.
La reintegración del Día de Colón reabre un debate crucial en Estados Unidos: ¿es posible celebrar un legado cultural sin enfrentar las sombras del pasado? La respuesta de Trump ha sido categórica, una vez más, en un contexto donde la historia es reexaminada y las narrativas se confrontan.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.