La cumbre bilateral de la UE y EE UU en Bruselas intentará enterrar el hacha de guerra comercial que Donald Trump blandió durante cuatro años.
Apenas seis meses después de que Joe Biden tomara la presidencia estadounidense y marca el inicio de un mejor entendimiento entre Bruselas y Washington. Ambas partes se conforman ahora con pactos sectoriales, sobre todo, en el área de estándares tecnológicos para marcar el terreno a China. Y con poner fin al conflicto comercial entre Airbus y Boeing y a las guerras arancelarias que desencadenó la política proteccionista de Trump.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se ha mostrado “muy convencida”. La disputa comercial sobre los subsidios a las compañías aeronáuticas Airbus y Boeing será resuelta durante la cumbre con Biden.
Von der Leyen, se reúne con el estadounidense en compañía del presidente del Consejo Europeo, Charles Michel.
El posible coste electoral
El borrado de conclusiones previo al inicio de la cumbre señala que “damos la bienvenida al inicio de las discusiones para abordar nuestro mutuo interés en preservar esas industrias neurálgicas [siderurgia y aluminio] y estamos decididos a trazar una senda que fortalecería nuestra alianza democrática y permita la resolución de las actuales diferencias antes de fin de año”.
Bruselas desea una formulación más concreta, como en el caso de Airbus-Boeing, donde incluso se fija la fecha del 11 de julio de 2021 como plazo para finalizar la disputa.
Pero el equipo de Biden se resiste a aceptar un plazo demasiado concreto dado que la retirada de los aranceles puede tener repercusiones en las urnas en los Estados donde radican esas industrias, un coste temible de cara a las citas electorales de 2022 en las que Trump espera volver a la carga.
Los avances serán más fluidos en lo que tanto Bruselas como Washington califican como:
“el arranque de una agenda positiva y el establecimiento de una plataforma efectiva para la cooperación”.
El primer fruto tangible del nuevo entendimiento será la creación de un foro de alto nivel, bautizado como Consejo de Comercio y Tecnología EU-EE UU, dedicado a impulsar el comercio y la inversión transatlántica.














