El anuncio de un paro nacional, impulsado por productores agrícolas de maíz en estados como Guanajuato, Jalisco, Puebla, Sinaloa y Michoacán, está generando una ola de anticipación e inquietud. La protesta, programada para este martes, se prevé que dure dos días si las autoridades no responden adecuadamente a las demandas planteadas.
Los puntos de reunión para los manifestantes varían de acuerdo a la región, aunque los organizadores esperan concentraciones significativas por la mañana frente a lugares emblemáticos en Michoacán, como Casa Michoacán, Palacio de Gobierno, y otras localizaciones estratégicas en rutas vitales para el transporte de productos agrícolas.
Entre los principales sectores que participarán, los productores de aguacate han decidido suspender completamente la venta, compra y transporte de esta fruta, argumentando que el precio de 17 pesos por kilo no cubre los crecientes costos de producción. Por su parte, los productores de maíz del Bajío michoacano han expresado su indignación al enterarse de que el gobierno pretende pagarles solo 5 pesos por kilo, una cifra considerablemente inferior a los 8 pesos que recibían anteriormente.
Este paro busca ser exhaustivo, con la intención de que tanto productores como trabajadores y comerciantes cesen todas sus actividades. Los convocantes han enviado un mensaje claro: “A los trabajadores: recuerden que esto también les afecta, no solo a los productores”.
Se anticipa que podría haber bloqueos carreteros que conectan a las empacadoras y distribuidoras, así como ocupaciones de oficinas gubernamentales, tanto a nivel estatal como federal. La exigencia central de los agricultores es clara: establecer precios justos, con especial énfasis en el maíz, y recibir apoyos tangibles para el sector agrícola que actualmente se encuentra en precariedad.
El colectivo Campesinos por Michoacán ha denunciado el abandono del campo y la falta de seguros agrícolas en medio de un contexto de inundaciones que ha perjudicado aún más la situación. En este sentido, los productores están demandando un precio de 8 mil pesos por tonelada de maíz y la creación inmediata de un espacio de diálogo con los gobiernos relevantes.
No es de extrañar que se sumen otros sectores, como los productores de sorgo y limón, quienes comparten preocupaciones similares. La situación ha escalado tanto que un líder agrícola, Francisco Aguíñiga, ha señalado que “el desvalijadero que hizo López Obrador en todas las instituciones que eran favorables al campo ha dejado sin apoyo a miles de productores”.
La situación actual de los agricultores refleja no solo luchas económicas, sino una necesidad urgente de diálogo y acción por parte de las autoridades competentes. La información aquí reflejada corresponde a la fecha de publicación original: 2025-10-13 20:03:00.
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