La noche del pasado sábado se marcó un hito en la historia de Egipto con la inauguración oficial del Gran Museo Egipcio (GEM) en El Cairo. Este monumental evento se jalonó de un espectáculo faraónico que combinó luces láser, una orquesta sinfónica y bailarines ataviados con vestimentas inspiradas en la antigua civilización, creando una atmósfera mágica ante una audiencia de dignatarios internacionales, reyes y jefes de Estado.
El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi, declaró que este nuevo espacio cultural representa un “capítulo en la Historia del presente y del futuro”, celebrando al GEM como el mayor museo del mundo dedicado a una sola civilización. Inaugurado con un despliegue de drones que hicieron decir “bienvenida al país de la paz” sobre las icónicas pirámides y la esfinge, la ceremonia fue una fiesta visual acompañada de ballet, ópera y un deslumbrante show de fuegos artificiales.
La edificación del GEM, que se extiende a lo largo de medio millón de metros cuadrados, ha requerido una inversión de más de mil millones de dólares y dos décadas de arduo trabajo. Este proyecto comenzó a gestarse hace unos treinta años, aunque su construcción se intensificó en los últimos siete u ocho años tras los conflictos que enfrentó Egipto desde 2011, como recordó el primer ministro, Mostafa Madbuli.
Entre los tesoros del museo, destaca la colección del faraón Tutankamón, que incluye unos 5,000 objetos funerarios, reunidos por primera vez en un solo lugar. En total, el GEM alberga más de 100,000 piezas arqueológicas, convirtiéndose en la mayor colección mundial dedicada a una civilización singular que abarcó más de 5,000 años y treinta dinastías.
Los visitantes serán recibidos en el monumental atrio del GEM por una estatua de Ramsés II, de 83 toneladas y once metros de altura, una de las atracciones que destaca en este nuevo espacio que ofrece galerías inmersivas, exposiciones de realidad virtual y un laboratorio de conservación activo que permite observar los trabajos de restauración de artefactos como una barca solar de 4,500 años.
El GEM no solo representa una joya cultural; también se erige como un pilar para la revitalización del turismo egipcio, un sector que ha enfrentado numerosos desafíos en los últimos años, desde la revolución de 2011 hasta ataques esporádicos que han mermado la llegada de visitantes. Sin embargo, el turismo ha mostrado señales de recuperación, con 15 millones de visitantes en los primeros nueve meses de 2025, lo que ha generado 12,500 millones de dólares.
La expectativa es alta. Se prevé que el museo atraiga entre 5,000 y 15,000 visitantes diarios, y el gobierno planea un desarrollo integral en el noreste de El Cairo, que incluirá nuevos hoteles y centros comerciales, con el fin de complementar la experiencia de los turistas.
El Gran Museo Egipcio simboliza no solo un testimonio del ingenio humano, sino también una renovación del orgullo nacional, reafirmando a Egipto como el centro de la egiptología y como un destino turístico esencial. La apertura al público está programada para el próximo martes, y las expectativas son, sin duda, grandiosas.
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