El oro superó la cota de los 4,000 dólares por onza el pasado jueves, impulsado por el retroceso del dólar y la prolongación del cierre del Gobierno estadounidense, lo que ha generado inquietud en torno a las perspectivas económicas. En un contexto en el que los mercados se tornan volátiles, el oro al contado alcanzó un precio de 4,011.79 dólares por onza, mientras que los futuros estadounidenses para entrega en diciembre se posicionaron en 4,021.20 dólares la onza.
Las preocupaciones en el ámbito económico se ven exacerbadas por el escepticismo manifestado por la Corte Suprema de EE. UU. sobre la legalidad de los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump. Esta inquietud, junto con un dólar que se depreció un 0.2% tras haber alcanzado un máximo de cuatro meses en la sesión anterior, abarató el oro para los tenedores de otras divisas, incrementando su atractivo como refugio seguro.
Giovanni Staunovo, analista de UBS, comentó que a pesar de la consolidación esperada de los precios en el corto plazo, se prevé que nuevos recortes de tasas de interés por parte de la Reserva Federal eleven el precio del oro hasta los 4,200 dólares por onza para finales del año. Este pronóstico se fundamenta en la reciente reducción de tasas anunciada por la Fed, aunque su presidente, Jerome Powell, ha indicado que podría ser la última hasta 2025.
El reciente informe de ADP reveló que los empleadores privados de EE. UU. añadieron 42,000 empleos en octubre, superando las expectativas que pronosticaban un aumento de 28,000. Este fortalecimiento en el mercado laboral podría moderar las esperanzas de más recortes en las tasas de interés, lo que a su vez impacta directamente en la dinámica del oro, que no ofrece rendimientos en un entorno de tasas bajas.
El prolongado cierre del Gobierno ha generado un estancamiento en el Congreso, lo que obliga a inversores y a la Reserva Federal a confiar en indicadores del sector privado para obtener señales sobre la salud de la economía. Las bolsas europeas, por su parte, enfrentan caídas, impulsadas por las pérdidas de compañías como Legrand, que no cumplieron con las expectativas de crecimiento de ventas, a lo que se suman inquietudes por las elevadas valoraciones de las empresas tecnológicas.
En el ámbito de los metales preciosos, la plata incrementó su valor en un 1.4%, alcanzando 48.74 dólares la onza, mientras que el platino y el paladio también registraron ganancias, con precios de 1,567.01 y 1,434.22 dólares la onza, respectivamente.
En resumen, las dinámicas actuales del oro, la incertidumbre en torno al dólar y el comportamiento del mercado laboral en EE. UU. pintan un panorama complejo y cambiante que requiere seguimiento constante por parte de los inversores.
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