Blue Origin realiza primer aterrizaje y lanza nave NASA

Jeff Bezos’ Blue Origin ha logrado un hito significativo al conseguir el aterrizaje del propulsor de su cohete New Glenn en una plataforma en el océano Atlántico durante su segundo intento. Este logro convierte a Blue Origin en la segunda empresa en completar con éxito una maniobra de este tipo, un logro que fue precedido por SpaceX, la compañía de Elon Musk.

La hazaña no solo representa un avance tecnológico, sino que posiciona al New Glenn como una opción viable para transportar cargas más grandes hacia el espacio, la luna y más allá. El lanzamiento también marcó la exitosa colocación en órbita del primer cargamento comercial del New Glenn: dos naves espaciales de la NASA destinadas a explorar la atmósfera de Marte, aproximadamente 34 minutos después del despegue.

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Este éxito es notable, considerando que fue solo el segundo lanzamiento de un sistema de cohetes de tal envergadura. Con esto, Blue Origin espera competir más efectivamente con SpaceX, que ha dominado el mercado de lanzamientos espaciales con sus cohetes Falcon 9, Falcon Heavy y Starship. Este avance es igualmente reconocido en la industria espacial, con Gwynne Shotwell, CEO de SpaceX, expresando su admiración a través de las redes sociales, mientras que Musk también se unió a las congratulaciones poco después.

El primer lanzamiento del New Glenn tuvo lugar en enero, pero la empresa enfrentó varios retrasos para llevar el cohete nuevamente al pad de lanzamiento. Inicialmente, se esperaba que el segundo intento se realizara en primavera, pero factores como el clima y tormentas solares retrasaron el proceso. Finalmente, el cohete despegó desde el Complejo de Lanzamiento 36 en Cape Canaveral, Florida, a las 3:55 p.m. ET, logrando que la primera etapa se separara y el propulsor iniciara su regreso a la Tierra. Aproximadamente diez minutos después, la impresionante estructura de 57.6 metros aterrizó sobre la plataforma.

La primera misión del New Glenn había terminado en un rechazo cuando el propulsor explotó en su intento de aterrizaje. Desde entonces, Blue Origin trabajó en conjunto con la Administración Federal de Aviación para identificar y solucionar los problemas que llevaron a esta falla, lo que les permitió tener confianza en esta segunda tentativa.

La capacidad de aterrizar un propulsor es crucial para la reutilización del sistema de cohetes, lo que podría reducir considerablemente los costos para los clientes, una estrategia que SpaceX ya ha perfeccionado. A partir de esta hazaña, Blue Origin deberá demostrar la capacidad de reacondicionar el propulsor y lanzarlo nuevamente.

Estas capacidades son esenciales tanto para clientes comerciales como para misiones gubernamentales. Blue Origin ha puesto su mirada en la luna durante años y actualmente está desarrollando un módulo lunar. SpaceX, por su parte, también persigue este objetivo con el programa Starship, y ha enfrentado críticas del administrador interino de la NASA, Sean Duffy, por moverse lentamente en esta carrera.

El CEO de Blue Origin, Dave Limp, ha declarado que su empresa “hará lo necesario” para ayudar a la NASA a alcanzar la luna más rápidamente, pero esto depende de probar con éxito todas las capacidades del New Glenn. La reciente misión ha dado un paso decisivo hacia ese objetivo.

Esta información se basa en datos disponibles hasta el 13 de noviembre de 2025.

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