Cazadores de civiles en los 90

Roma. La Fiscalía de Milán ha abierto una impactante investigación sobre las acciones de ciertos “francotiradores de fin de semana”, quienes, durante el sitio de Sarajevo en la década de 1990, presuntamente pagaron al ejército serbio para disparar contra civiles. Esta inquietante revelación ha sido destacada tanto por medios italianos como por el exalcalde de Sarajevo.

El fiscal Alessandro Gobbis ha presentado cargos de “homicidio voluntario agravado” y busca identificar a los italianos que, entre 1993 y 1995, participaron en esta macabra actividad, en la que algunos se ofrecían como “turistas de guerra”. Estos individuos, en su mayoría simpatizantes de la ultraderecha y con gran capacidad económica, se reunían en Trieste, al norte de Italia, antes de ser trasladados a las colinas que rodean Sarajevo para participar en estos horrendos “safaris”.

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La tarifa de entrada a estos “safaris” sangrientos alcanzaba cifras escalofriantes, con algunos llegando a pagar hasta 100,000 euros (alrededor de 116,400 dólares) por un solo día de cacería. Este escabroso pasatiempo ha sido objeto de repulsión y preocupación, tanto nacional como internacional.

La denuncia que ha impulsado esta investigación fue presentada por el periodista y escritor italiano Ezio Gavanezzi, quien ha señalado la necesidad urgente de abordar esta cuestión histórica obscura. En 2022, la exalcaldesa de Sarajevo, Benjamina Karic, también había hecho sonar la alarma al presentar una denuncia en Bosnia después del lanzamiento del documental “Sarajevo Safari”, dirigido por el cineasta esloveno Miran Zupanic.

La apertura de esta investigación no solo busca hacer justicia por los crímenes cometidos contra la población civil en Sarajevo, sino que también abre un diálogo sobre la responsabilidad moral de quienes, desde la comodidad de sus hogares en Italia, decidieron convertir un conflicto bélico en un juego mortal. La historia de estos “turistas de guerra” es un recordatorio escalofriante de las atrocidades que pueden llevarse a cabo bajo la sombra de la violencia y la indiferencia.

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