Controversial desenlace del amistoso EE.UU.-Paraguay

Un partido de preparación para la Copa del Mundo entre Estados Unidos y Paraguay se tornó en un verdadero escándalo, culminando en una batalla campal en el Subaru Park de Chester. El encuentro, disputado el pasado 16 de noviembre de 2025, terminó con una victoria para el equipo local por 2-1, pero la victoria quedó opacada por la violencia que estalló entre los jugadores.

Desde el inicio del tiempo agregado, la tensión era evidente. Un incidente al borde del campo, con el defensor paraguayo Gustavo Gómez buscando un balón que había salido del juego, desató una serie de forcejeos con el lateral estadounidense Alex Freeman. Lo que comenzó como una disputa por la posesión rápidamente escaló a un enfrentamiento generalizado, atrayendo a jugadores y miembros del cuerpo técnico de ambas selecciones.

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El momento se tornó caótico; el cuarto árbitro tuvo que intervenir al ver que la situación se intensificaba. Sin embargo, la llegada de Sebastian Berhalter, un volante de nacionalidad británica que representa a Estados Unidos, hizo que más paraguayos se unieran a la refriega. El entrenador de Paraguay, Gustavo Alfaro, intentó mediar para calmar los ánimos, pero a esas alturas, el conflicto era incontrolable. Se vio incluso al técnico estadounidense, Mauricio Pochetino, caer al suelo en medio de la confusión, lo que ilustra la magnitud del descontrol.

Las imágenes que circularon en redes sociales mostraron a Freeman con una herida en la boca y sangre, un recordatorio visual de la escaramuza. Tras el encuentro, Alfaro decidió no pronunciarse sobre la pelea, concentrándose en el camino de Paraguay hacia el Mundial. “A Paraguay le costó mucho volver a una Copa del Mundo; las expectativas son muy altas, pero cada derrota es parte del crecimiento”, aseguró, subrayando la importancia de mantener la ilusión a pesar de los reveses.

Por su parte, Pochetino ofreció una versión más reflexiva del incidente. “Son momentos calientes que no deben suceder. Con Gustavo Alfaro, intentamos reducir las tensiones. No me gustó lo que ocurrió; no podemos permitir que la situación se descontrolada”, manifestó, enfatizando la necesidad de aprender de estos episodios en el camino hacia la Copa del Mundo.

Ambos técnicos coincidieron en que los eventos en el campo deben ser un punto de inflexión para el desarrollo de sus respectivas selecciones. Mientras que Estados Unidos se enfoca en construir una cultura sólida en su equipo, Paraguay se aferra a la esperanza de que el trabajo arduo dé frutos en el próximo torneo.

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