En octubre de 2025, el Gobierno de Estados Unidos reportó un déficit presupuestario de 284,000 millones de dólares, según datos publicados a raíz del cierre de varias agencias federales, el cual duró 43 días. Esta cifra marca un aumento de 27,000 millones, o un 10%, en comparación con el déficit de 257,000 millones registrado en el mismo mes del año anterior. Este incremento se atribuye principalmente al desplazamiento de aproximadamente 105,000 millones en pagos de prestaciones programados para noviembre, que se anticiparon a octubre, afectando de manera notable el balance fiscal.
A pesar de este déficit significativo, los ingresos del Gobierno alcanzaron un récord para el mes, totalizando 404,000 millones de dólares, un aumento del 24% respecto a los 327,000 millones de octubre de 2024. Este aumento en los ingresos se vio impulsado en gran medida por los aranceles aduaneros, que alcanzaron una cifra histórica de 31,400 millones de dólares en octubre. Este valor supera los 29,700 millones recaudados en septiembre y los 7,300 millones del mismo mes del año anterior.
El contexto del déficit y los ingresos se enmarca en la argumentación del expresidente Donald Trump, quien afirmó que los ingresos por aranceles podrían aumentar considerablemente en los próximos meses, ya que las empresas, al haber agotado sus inventarios previos a la implementación de tarifas más elevadas, tendrían que reintroducir bienes al mercado a mayores costos.
Es importante señalar que, a pesar de los ingresos positivos, la Oficina Presupuestaria del Congreso ha revisado a la baja sus proyecciones sobre la reducción que los aranceles podrían conllevar en los déficits presupuestarios de la próxima década, estimándola en 3 billones de dólares, una reducción del 25% en relación a la estimación previa de 4 billones.
En resumen, el panorama fiscal de Estados Unidos en octubre de 2025 refleja una compleja interacción entre ingresos récord por aranceles y la incorporación anticipada de gastos, subrayando los retos y ajustes que enfrenta el Gobierno en su administración financiera. Estas cifras no solo marcan un punto crítico en el primer mes del año fiscal, sino que también plantean interrogantes sobre el futuro económico a medida que se supervisan las implicaciones de las políticas comerciales y fiscales en un clima global cambiante.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.


