La inflación general interanual de México experimentó un notable aumento en noviembre, superando las expectativas del mercado y el índice subyacente. Sin embargo, estas cifras, aunque generan cierta cautela, no parecen modificar las proyecciones para el Banco de México, que podría recortar nuevamente su tasa clave en el anuncio previsto para el jueves.
El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) aceleró su ritmo a un 3.80% en comparación con el año anterior, al alza desde el 3.57% registrado en octubre, según cifras publicadas por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI). Los analistas, en cambio, habían anticipado un incremento más moderado, fijando sus expectativas en un 3.70%.
En contraste, la inflación subyacente, que se considera un indicador más fiable de la tendencia de precios ya que excluye productos de alta volatilidad, se situó en un 4.43%, ligeramente por encima del 4.34% que esperaban los analistas y del 4.28% de octubre. Esta realidad podría generar una respuesta cautelosa por parte del Banco de México (Banxico), que parece recargado en los indicadores de inflación.
A pesar de las cifras más altas, la Junta de Gobierno de Banxico ha señalado que la debilidad en la demanda interna podría resultar en menores presiones inflacionarias en el futuro. Esto, sumado a la reciente apreciación del peso frente al dólar, refuerza la posibilidad de que el banco continúe con su ciclo de recortes. En este sentido, algunas estimaciones sugieren que en la reunión programada para el 18 de diciembre, Banxico podría recortar su tasa de interés de referencia en 25 puntos base, dejándola en un 7.00%.
La subgobernadora de Banxico, Galia Borja, en una reciente entrevista, destacó que el balance de riesgos para la inflación en el país se ha mantenido sesgado al alza. Borja también mencionó potenciales riesgos, como el aumento de impuestos y la incertidumbre respecto a posibles aranceles, junto con la renegociación del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC), que podría introducir volatilidad en los mercados financieros.
Adicionalmente, se prevé una posible reversión en la inflación no subyacente, que actualmente se mantiene en niveles bajos, por debajo del 2%. Esta situación sugiere que es crucial adoptar un enfoque cauteloso en la política monetaria.
El Banco de México, cuya meta de inflación se establece en un 3% más o menos un punto porcentual, redujo en octubre su tasa referencial en 25 puntos base, llevándola a un 7.25%. Este recorte representa la duodécima disminución en el costo del crédito desde el inicio de su ciclo de recortes, que comenzó el año anterior. Desde su punto máximo de 11.25%, registrado a inicios de 2024, Banxico ha reducido las tasas en un total de 400 puntos base.
La evolución de la inflación en el país y las decisiones del Banco de México seguirán siendo temas de gran relevancia hacia el cierre del año, a medida que se evalúan los impactos de las políticas monetarias y las condiciones económicas internas y externas.
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