Pollo Briseño ataca a la Liga MX

El futbol mexicano ha sido objeto de un intenso debate en los últimos años, y las recientes declaraciones de Antonio ‘Pollo’ Briseño, defensor bicampeón de la Liga MX con Toluca y exjugador de Chivas, han reavivado la discusión sobre el estado de la liga. En una entrevista impactante, Briseño expone que el sistema de competencia actual está ‘fracturado’ y critica duramente las limitaciones que enfrentan los jóvenes futbolistas en México, desde la Liga de Expansión hasta el tópico del ascenso y descenso.

Briseño, de 31 años de edad, destaca cómo las restricciones de edad en las ligas inferiores obstaculizan el desarrollo de los talentos emergentes. Según él, “los jóvenes no crecen si solo juegan entre ellos”. Esta realidad ha creado un entorno poco propicio para la formación de nuevos futbolistas, pues se enfrentan repetidamente a rivales similares, sin la oportunidad de medirse contra jugadores de más experiencia.

El exdefensa subraya que el sistema actual se está ‘autosaboteando’. La falta de un mecanismo robusto de ascenso y descenso, combinado con las normas restrictivas de la Liga de Expansión, constriñe a un gran número de talentos que buscan desarrollarse en el mundo del futbol. Con el tiempo, ha quedado claro que las ligas que están por debajo de la Liga MX han ido deteriorándose, lo que ha llevado a la deserción de jugadores que, al no encontrar oportunidades adecuadas, optan por abandonar sus carreras.

Adicionalmente, Briseño pone de manifiesto la situación que viven aquellos futbolistas que, a pesar de contar con potencial, quedan atrapados en una burbuja de dificultades. Los altos precios impuestos por representantes y directivos limitan aún más las posibilidades de muchas promesas del balompié mexicano, convirtiendo a lo que podrían ser figuras destacadas en meras sombras de lo que podrían haber llegado a ser.

En su análisis, el defensor no solo resalta la situación actual, sino también la decadencia del futbol mexicano a nivel mundial. Reclama la atención hacia las estructuras que, si bien tienen como objetivo desarrollar el talento, a menudo terminan por ahogar a estos futbolistas en un sistema que no los favorece.

El mensaje de Briseño es claro: es necesario un replanteamiento profundo sobre cómo se gestionan las ligas, no solo para el beneficio de los jugadores, sino también para el crecimiento de un futbol que debería apuntar a la excelencia. Las futuras generaciones merecen un ecosistema donde puedan florecer, no uno que limite su desarrollo y su ambición.

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