En la pequeña comunidad de Huehuetán, Guerrero, una localidad amuzga de apenas dos mil habitantes, el telar de cintura es más que un oficio; es el corazón palpitante de una cultura vibrante y ancestral. Divina Díaz Ángel, a sus ocho años, ya había comenzado a hacer un camino único, robando hilos de su madre para crear pequeñas obras que, aunque humildes, presagiaban el gran talento que la llevaría a ser reconocida. Su primera creación, una diminuta blusa destinada a una muñeca, fue tan bien recibida que le valió un intercambio por un cono de hilo, marcando el inicio de una carrera que culminó en 2023 con el primer lugar en el Concurso Nacional de Textiles y Rebozo.
El relato de Divina cobra un nuevo significado desde el 18 de diciembre de 2025, cuando se inauguró una tienda del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart) en el corazón de la Ciudad de México, concretamente en la República de Argentina número 12. Esta nueva tienda, ubicada en un inmueble emblemático frente al Templo Mayor, tiene como objetivo ser más que un simple espacio de ventas. Claudia Curiel de Icaza, secretaria de Cultura, resaltó que este lugar busca convertirse en un refugio para la soberanía cultural y el comercio justo. Cada pieza en venta lleva una certificación que combate la piratería, vital para proteger el patrimonio vivo del país.
La inauguración de esta tienda representa un paso crucial no solo para Divina, sino para cientos de artesanos que ven en ella un medio para dignificar su trabajo. Muchos de ellos enfrentan el reto de dejar sus comunidades para comercializar sus creaciones; sin embargo, gracias a este espacio, ahora pueden llevar sus productos directamente, garantizando que el valor real de su trabajo se reconozca. Divina explica que una pieza elaborada en telar de cintura puede tardar desde meses hasta un año en completarse, desde la siembra del algodón hasta el tejido final.
Este tipo de iniciativas significan una política de Estado cristalizada en la entrega de un precio justo y directo a los artesanos. La tienda también ofrece asesoría para que estos maestros puedan mejorar sus procesos y consolidar un mercado seguro para sus creaciones. La nueva locación es una de las más grandes junto con la del Complejo Cultural Los Pinos y abarca 12 ramas artesanales, que incluyen alfarería, cerámica, textilería, vidrio y madera.
La visión detrás de Fonart va más allá de su importancia local. Se anunció que, en el próximo año, la misma sede albergará un Museo Textil, que se dedicará a investigar y documentar las tradiciones artesanales, asegurando que conocimientos vitales se transmitan a futuras generaciones. Además, se trabaja en un proyecto para internacionalizar las tiendas Fonart, llevando la rica herencia artesanal mexicana a mercados globales bajo estándares de comercio justo, lo que podría cambiar la narrativa de la labor de artesanos y artesanas como Divina, mostrándola como un estandarte del orgullo mexicano en el mundo.
Este compromiso con el patrimonio vivo no solo busca hacer eco de las historias personales de artistas como Divina, sino también elevar el reconocimiento de sus esfuerzos, sacando del olvido las tradiciones que han sido el latido de su comunidad durante generaciones.
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