Disminución de migrantes impacta remesas

La caída en el flujo de remesas hacia México ha cobrado protagonismo a partir del último trimestre de 2024, un fenómeno que parece estar estrechamente relacionado con la disminución de migrantes en tránsito. Jesús González Cervantes, director del Foro de Remesas del Centro de Estudios Monetarios Latinoamericanos (Cemla), explica que muchos de estos migrantes, que cruzaron México con destino a Estados Unidos entre 2020 y 2025, han sido un pilar importante en el aumento de las remesas durante casi cinco años.

En 2024, el aumento de remesas fue de un 2.3% en comparación con el año anterior, un incremento que incluía flujos destinados a migrantes en tránsito. Lo más notable es que, al analizar las remesas destinadas a personas sin identificación, los números sugieren un incremento mucho menor, lo que revela un panorama de envíos a hogares mexicanos que ya era limitado.

Las proyecciones económicas son preocupantes; el banco BBVA estima que las remesas podrían caer un 5% anual en 2025, y el Banco Interamericano de Desarrollo anticipa una contracción de alrededor del 4.5%, derivada de los picos alcanzados en 2024.

Un punto central en el análisis de este fenómeno es la colaboración entre Cemla y Banco Azteca, que se encuentran trabajando para evaluar qué proporción de las remesas en México corresponde a migrantes con identificación extranjera. Es interesante notar que las tiendas Elektra, parte de Grupo Salinas y Banco Azteca, reciben más del 40% de las remesas reportadas en el país.

Otro aspecto relevante es la migración en tránsito, que ha sido abordada en estudios de organismos internacionales como la Cepal. Este informe destaca que entre 2021 y 2024, se cuadruplicó el número de extranjeros sin documentación que ingresaron a México con la intención de continuar su camino hacia Estados Unidos. Destacan como principales países de origen Venezuela, Guatemala, Honduras y El Salvador. Este movimiento ha generado un incremento significativo de la presencia de población extranjera en diversas regiones, especialmente en las fronteras.

Las estadísticas demográficas también revelan que la mayoría de los migrantes que buscan cruzar hacia Estados Unidos son hombres en edad productiva, con un promedio de edad que ha ido en aumento, de 32.7 años en 2010 a 35 en 2017.

Mientras tanto, Banco Azteca ha implementado políticas inclusivas para atender a la creciente cantidad de migrantes, abriendo ventanillas especiales y facilitando el uso de tecnologías de comunicación, como aplicaciones multilingües, para ayudar en la interacción. Este esfuerzo busca asegurar que, a pesar de los desafíos que enfrentan, como la pérdida de documentos, los migrantes puedan continuar enviando recursos a sus países de origen. Entre los principales destinos de estas remesas se incluyen Haití, Venezuela, Honduras y Guatemala.

En resumen, la combinación de la disminución de migrantes en tránsito, el contexto económico y la respuesta de las instituciones financieras está moldeando un panorama complejo para las remesas en México. Con la posibilidad de una contracción continuada, las implicaciones económicas de estos cambios serán cruciales para millones de hogares que dependen de estos ingresos.

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