La temporada navideña en México está marcada no solo por las celebraciones y tradiciones, sino también por fenómenos climáticos que pueden impactar significativamente el clima en diversas regiones del país. El martes 23 de diciembre de 2025, una corriente de chorro polar promete traer consigo lluvias, un descenso notable en las temperaturas, rachas de viento y, por si fuera poco, un frío extremo que se sentirá incluso en los días previos a la festividad.
Según el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), esta corriente de aire frío ingressará por el norte, afectando particularmente a la zona noroeste del país. Además, otros sistemas atmosféricos colaborarán para incrementar las lluvias, desplazándose a lo largo y ancho de la nación.
Este fenómeno no actúa en solitario; se combina con canales de baja presión y la humedad proveniente del Golfo de México. Como consecuencia, el clima para esta Navidad se anticipa más frío de lo habitual, con un aumento en las probabilidades de lluvias en el centro, sur y sureste del país.
El pronóstico elaborado por el SMN sugiere que varias entidades tendrán lluvias el 23 de diciembre. En Chiapas y Quintana Roo, se prevén fuertes lluvias que podrían alcanzar entre 50 y 75 mm. Por su parte, en el noreste y sureste del país, chubascos acompañarán a lluvias intensas, especialmente en estados como Puebla, Veracruz y Oaxaca, donde la interacción de la humedad con los canales de baja presión podría dar lugar a precipitaciones moderadas a intensas.
En el centro del país, donde se ubican la Ciudad de México y el Estado de México, se esperan lluvias aisladas por la tarde, aunque el ambiente permanecerá templado con un cielo parcialmente nublado. En el noroeste, aunque el chorro polar impacta más en las temperaturas y el viento, también podrían registrarse lluvias dispersas, con fuertes rachas en las zonas elevadas de Baja California.
Tradicionalmente, la Navidad en México evoca la imagen de un clima seco; sin embargo, el año 2025 marca una excepción a este patrón por la influencia de varios sistemas meteorológicos. En particular, la corriente de chorro polar no solo trae consigo aire frío, sino que también desestabiliza la atmósfera, facilitando la formación de nubes y, por ende, lluvias. Esta situación se hace más evidente al interactuar con la humedad del océano Pacífico y del Golfo de México.
Los canales de baja presión, que se extienden desde el noreste hasta el sureste, funcionan como conductos que permiten que la humedad del ambiente se condense en forma de precipitaciones. Por esta razón, no resulta extraño que durante esta temporada invernal se presenten chubascos y lluvias intensas en la ya agitada semana de Navidad.
Así, los mexicanos deberán prepararse para un festejo navideño atípico, en el que el clima jugará un papel crucial. Estar atentos a las actualizaciones del clima es esencial para poder adaptarse a las condiciones cambiantes, permitiendo disfrutar de la festividad sin contratiempos.
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