Evolución de tarjetas navideñas reales.

Cuando se pertenece a la familia real británica, la lista de destinatarios de las tarjetas de Navidad se extiende más allá de amigos y vecinos, abarcando a todo un país, y mediante las redes sociales, a un público global. Las oportunidades de compartir momentos entrañables, ya sea una foto de vacaciones familiares o de una graduación universitaria, son prácticamente infinitas.

Con una tradición de más de un siglo en el envío de tarjetas navideñas, esta familia real ha perfeccionado el arte de la comunicación visual y los buenos deseos. Por ejemplo, en el año 1914, la princesa María eligió enviar una simple foto de sí misma junto con el mensaje “con los mejores deseos para una feliz Navidad y un victorioso Año Nuevo”, formando parte de una caja de regalos destinada a los soldados. En 1942, su sucesora, la entonces princesa Isabel, optó por una tarjeta en uniforme militar, reflejando el contexto bélico de la época. Avanzando cinco décadas, encontramos una fotografía en blanco y negro de la princesa Diana, que captura la mirada de una madre cariñosa junto a sus hijos, William y Harry.

En tiempos más recientes, los príncipes de Gales han continuado esta rica tradición. En 2021, la familia compartió una imagen de su visita a Jordania, un país que forma parte de la Commonwealth británica y que fue significativo para Kate Middleton, quien vivió allí durante su infancia. Un año antes, durante 2020, se podían observar a los miembros de la familia luciendo sus elegantes atuendos campestres, con la pequeña Charlotte destacando en un suéter festivo, desprendiendo el espíritu navideño. Dicha evolución muestra un hilo conductor que va desde la época de las conmemoraciones bélicas hasta los actuales festejos y momentos familiares.

Invitamos a los lectores a deslizarse para explorar la historia de las tarjetas navideñas de la realeza británica: un relato fascinante que conecta generaciones a través del tiempo y las circunstancias.