La tarde de Navidad de 2025 fue testigo de un encuentro crucial en la NFL entre los Detroit Lions y los Minnesota Vikings, un partido que se volvió decisivo para las aspiraciones de playoffs de ambos equipos. Jared Goff, mariscal de campo de los Lions, tuvo una actuación desafortunada, registrando dos intercepciones que contribuyeron a un total de seis entregas de balón por parte de Detroit durante el partido. Esto permitió a los Vikings llevarse la victoria con un marcador de 23-10, lo que resultó en un duro golpe para los Lions, quienes, tras este resultado, quedaron fuera de la contienda por un lugar en los playoffs. En contraste, los Green Bay Packers aseguraron su pasaje a la postemporada.
A pesar de la victoria, los Vikings presentaron un dato sorprendente: ganaron el partido con solo tres yardas netas por pase, una rareza en la NFL que no sucedía desde 2006, y que ilustra lo irregular que fue el desarrollo del encuentro. Minnesota, que apenas logró pasar a terreno positivo en términos de yardas aéreas en los últimos tres minutos, se benefició de los errores propios de Detroit.
El primer tiempo estuvo marcado por fallas y errores estratégicos de ambos lados. Detroit padeció la pérdida de dos balones en los primeros minutos, lo que inclinó la balanza a favor de los Vikings, quienes capitalizaron una de las recuperaciones con un acarreo anotador de Aaron Jones Sr. Al final del segundo cuarto, los Lions lograron empatar el encuentro con un pase de Goff a Isaac TeSlaa, dejando el juego 7-7 al medio tiempo.
Sin embargo, el tercer cuarto fue decisivo para el desenlace del partido. Las intercepciones consecutivas de Goff permitieron a los Vikings anotar dos goles de campo, marcando el comienzo del desmoronamiento de la ofensiva de Detroit. A pesar de algún esfuerzo posterior, que llevó a los Lions a acercarse en el marcador a 13-10, un espectacular touchdown de 65 yardas del receptor Jordan Addison selló la victoria para los Vikings.
El Último cuarto vio a los Lions entregarse nuevamente, con otro fumble que elevó su total a seis entregas de balón en la tarde. Este tipo de errores es algo que Detroit no había experimentado desde 2015, reflejando la falta de consistencia que ha sido parte del equipo durante la temporada.
Ambos equipos, ahora con un récord de 8-8, se alejan de las expectativas que generaron en la temporada anterior. En una liga donde el margen de error es mínimo, este duelo de Navidad fue un recordatorio de cuán rápidamente pueden cambiar las cosas en la NFL.
Así, los Minnesota Vikings se consolidan mientras los Detroit Lions reflexionan sobre los errores que les costaron no solo el partido, sino también su oportunidad en los playoffs. La NFL continúa su rumbo hacia la postemporada, donde cada juego cuenta y cada jugada puede marcar un cambio significativo en el destino de los equipos.
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