El Museo Nacional de San Carlos (MNSC) se ha destacado por su impresionante acervo de más de 2,000 obras, entre las cuales se encuentran 637 artistas hombres y solo 12 mujeres, además de 711 piezas anónimas. En un giro significativo hacia la inclusión y la revalorización del arte femenino, se presenta la exhibición “(Des)ordenar la colección desde el género”, que abre sus puertas este 28 de diciembre de 2025 y estará disponible hasta septiembre de 2026.
Esta exposición innovadora reúne, por primera vez, obras de destacadas artistas mujeres a lo largo de la historia del arte, abarcando desde el siglo XV hasta mediados del siglo XX. Entre las artistas que tendrán un espacio destacado se encuentran la retratista de María Antonieta, Elisabeth Vigée Lebrun, y la influyente Rosa Bonheur, junto a mexicanas como María Guadalupe de Moncada y Berrio y Pilar de la Hidalga.
El enfoque curatorial de Raquel Fundia invita a los espectadores a repensar no solo el rol de estas artistas en su momento, sino también nuestra percepción actual sobre sus contribuciones. La exposición no se limitará a exhibir obras de mujeres, sino que propondrá una reflexión crítica sobre el contexto en el que crearon, así como los prejuicios que aún persisten hacia las artistas.
La exhibición se estructura en cinco núcleos temáticos, entre ellos “Retratos de mujeres” y “El cuerpo desnudo y los imaginarios de género”. En el segundo apartado, se aborda la representación del cuerpo femenino, que tradicionalmente ha estado ligada a motivos mitológicos, contrastando con cómo los desnudos masculinos se relacionan más con la espiritualidad y la vulnerabilidad.
El director del museo, Jorge Reynosa Pohlenz, enfatiza la importancia de revisitar el acervo con una mirada crítica, alineándose con una tendencia global en los museos que busca reinterpretar sus colecciones a la luz de las problemáticas contemporáneas. Así, la muestra se configura como una invitación a salir de la secuencia cronológica clásica y explorar los temas recurrentes que emergen de la colección, ofreciendo nuevas preguntas y perspectivas sobre el arte.
La propuesta es clara: facilitar una nueva mirada sobre las obras en el MNSC, resaltando la historia y la relevancia de cada pieza y de sus creadoras. Esta iniciativa no solo busca dar visibilidad a las mujeres en el arte, sino también propiciar un diálogo sobre la identidad, el género y el legado de las artistas en la cultura.
De este modo, el MNSC se convierte en un espacio vital para la revalorización del arte femenino, mientras que los visitantes son llamados a participar activamente en la discusión sobre la representación de las mujeres a lo largo de la historia del arte.
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