La Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM) ha activado la Fase 1 de la contingencia ambiental, haciendo sonar las alarmas sobre la calidad del aire en la región. Esta decisión se toma en respuesta a niveles elevados de ozono, que han superado los umbrales establecidos para la salud pública. El ozono a nivel del suelo, un contaminante secundario que se forma por la interacción de la luz solar con contaminantes emitidos por vehículos y fábricas, se ha convertido en un serio contrincante para las autoridades ambientales que buscan garantizar un aire limpio y saludable para la población.
La contingencia implica que, desde el día de hoy, se establece el programa “Hoy No Circula Doble”, lo que significa que los vehículos con terminación de placas par e impar deberán dejar de circular en días alternos. Esta medida, aunque necesaria para reducir la emisión de contaminantes, también genera preocupación entre los usuarios de transporte y la industria comercial, dado que puede afectar la movilidad y las actividades económicas de la zona, especialmente en un contexto donde la recuperación económica es esencial tras los impactos de la pandemia.
Además, se realiza un llamado a la población, en especial a los grupos más vulnerables, como niños, ancianos y personas con enfermedades respiratorias, a evitar actividades al aire libre durante los días de alta contaminación. Las autoridades de salud han recomendado tomar precauciones adicionales, como permanecer en espacios cerrados y utilizar mascarillas en caso de ser necesario. Esto refleja una necesidad urgente de fomentar la conciencia sobre el impacto de la contaminación en la salud pública.
Este tipo de contingencias no es nuevo en la ZMVM, que durante años ha enfrentado desafíos relacionados con la calidad del aire. Iniciativas previas han sido implementadas para mejorar la situación, pero la persistente problemática de la contaminación atmosférica revela la importancia de una respuesta coordinada y efectiva entre los diferentes niveles de gobierno, así como la participación activa de la ciudadanía.
Los expertos sugieren que, además de las medidas de contingencia, es crucial promover esfuerzos a largo plazo para reducir la dependencia del transporte vehicular, como el fomento de alternativas de transporte público masivo, infraestructura para bicicletas, y políticas que incentiven el uso de energías limpias. La red de transporte público en la ZMVM es uno de los mayores activos en la lucha contra la contaminación, y su mejora podría ser clave para asegurar un aire más limpio en el futuro.
La implementación de la Fase 1 de la contingencia ambiental no solo busca mitigar los efectos inmediatos de la alta contaminación, sino que también invita a la reflexión sobre la necesidad de un cambio estructural en la forma en que vivimos y nos movilizamos. A medida que la población se adapte a estas nuevas restricciones, es un momento propicio para considerar un enfoque más sostenible y amistoso con el medio ambiente, que beneficie tanto a la salud pública como al desarrollo económico de la región.
Gracias por leer Columna Digital, puedes seguirnos en Facebook, Twitter, Instagram o visitar nuestra página oficial. No olvides comentar sobre este articulo directamente en la parte inferior de esta página, tu comentario es muy importante para nuestra área de redacción y nuestros lectores.


