Air Canada ha comenzado la reanudación gradual de sus vuelos a partir del domingo, tras la intervención del gobierno canadiense que logró poner fin a la huelga de 10,000 tripulantes de cabina que había paralizado sus operaciones. La Junta de Relaciones Industriales de Canadá (JRIC) emitió una orden que exigió la reactivación inmediata de los vuelos, solicitando que todos los auxiliares de vuelo regresaran a sus puestos antes de las 14H00 EDT (18H00 GMT) del 17 de agosto de 2025.
Aunque la aerolínea está trabajando para reanudar sus operaciones, ha advertido que la normalización de los vuelos tomará varios días, y cancelaciones podrían continuar durante una ventana de siete a diez días. Los tripulantes abandonaron sus puestos en la madrugada del sábado debido a un conflicto salarial, lo cual provocó la suspensión de más de 700 vuelos.
La ministra de Trabajo canadiense, Patty Hajdu, tomó la iniciativa de invocar una disposición legal que obligó a las partes implicadas a recurrir a un arbitraje independiente. Según la ministra, la huelga solo intensificaría la carga financiera para los canadienses. A través de la JRIC, la orden de reanudación de operaciones fue establecida, a pesar de que el Sindicato Canadiense de Empleados Públicos (CUPE), que representa a los trabajadores en huelga, había indicado que sus miembros permanecerían fuera de sus puestos a menos que se los obligara a regresar.
El sindicato ha considerado que las demandas incluyen, además de aumentos salariales, el trabajo en tierra no remunerado durante el embarque. A tan solo unas horas del anuncio de la reanudación, el CUPE había advertido a los pasajeros que evitasen acudir al aeropuerto.
La intervención del gobierno fue mal recibida por el sindicato, que alzó la voz al criticar la decisión, argumentando que premia la negativa de Air Canada a negociar de manera justa. El CUPE expresó su preocupación sobre un posible conflicto de intereses relacionado con la presidenta de la JRIC, quien previamente trabajó como asesora legal de la aerolínea.
A lo largo de la semana previa, la aerolínea había comenzado a reducir paulatinamente sus operaciones, cancelando más de 600 vuelos, afectando a más de 100,000 pasajeros. Además, Air Canada había presentado una propuesta que aumentaría el salario promedio de un auxiliar de vuelo sénior a 87,000 dólares canadienses (USD 65,000) para 2027, una oferta que el CUPE consideró insuficiente en medio de un contexto de inflación.
La aerolínea, que transporta alrededor de 130,000 pasajeros diariamente y ofrece vuelos a 180 ciudades globalmente, se encuentra también en un contexto económico sensible. Aunque la economía canadiense muestra signos de resistencia, aún enfrenta los efectos de la guerra comercial iniciada por el expresidente estadounidense Donald Trump, que ha impuesto aranceles a sectores cruciales como el automotor y el del aluminio.
El Consejo Empresarial Canadiense, compuesto por líderes de más de cien grandes empresas, ha manifestado que la huelga podría ocasionar un daño considerable y inmediato para todos los canadienses. En resumen, esta es una situación crítica donde tanto la aerolínea como los trabajadores se enfrentan a un momento de significativas tensiones laborales y desafíos económicos pendientes.
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