El Tribunal Regional Superior de Dresde ha condenado al exasistente del eurodiputado de extrema derecha Maximilian Krah, Jian G., a cuatro años y nueve meses de prisión por espionaje a favor de China. La corte determinó que Jian G. operaba como agente de los servicios secretos chinos, situación que fue catalogada como de gran gravedad.
Durante su labor de cinco años como asistente de Krah, del partido Alternativa para Alemania (AfD), Jian G. tuvo acceso a información confidencial, reuniendo datos sobre funcionarios del AfD, informes del Parlamento Europeo y detalles sobre disidentes chinos. Se destacó que algunos de los documentos recopilados contenían información sensible, incluyendo aspectos privados de la vida personal de líderes del partido, como el donante de esperma del hijo de Alice Weidel, actual líder de AfD. Se mencionó que esta información le habría sido proporcionada directamente por Krah.
El abogado defensor de Jian G. denuncia que el juicio se basó en documentos secretos y solicitó su absolución al considerar que el proceso carecía de transparencia. Krah, que compareció como testigo, declaró que todos los empleados de su oficina, incluido Jian, tenían acceso a su información personal y afirmó que despreciaba la situación.
Por su parte, el político se enfrenta a más problemas legales; la Fiscalía de Dresde ha abierto una investigación en su contra por soborno y blanqueo de dinero, vinculado a pagos supuestamente provenientes de China. Las acusaciones también abarcan su período como eurodiputado, y su inmunidad fue suspendida por el Bundestag para facilitar las pesquisas.
Jian G., cuya historia con los servicios secretos alemanes es compleja, había ofrecido previamente su colaboración al Servicio Federal de Inteligencia, que no se concretó, y actuó como informante del gobierno entre 2007 y 2018. Sin embargo, el ministro del Interior de Sajonia recalcó que su cooperación concluyó antes de su vinculación con el AfD, un partido que actualmente es objeto de vigilancia por parte de los servicios de inteligencia alemanes.
Además, de manera relacionada, Yaqi X., empleada de una empresa de logística en el aeropuerto de Leipzig, ha sido acusada de transmitir información sobre vuelos y pasajeros, aunque ella negó formar parte de un plan de espionaje. El tribunal le otorgó una pena condicional de un año y nueve meses de prisión.
Esta información es relevante hasta la fecha de publicación original (30 de septiembre de 2025). Sin embargo, es pertinente seguir vigilando este caso, dado su impacto en el clima político y de seguridad en Alemania y Europa.
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