Desde la capital mexicana, una alianza prometedora se perfila para resolver uno de los problemas más apremiantes en la urbe: la ineficiencia hídrica. Amazon, a través de su división de computación en la nube AWS, ha anunciado una inversión de 2.45 millones de dólares para impulsar proyectos centrados en la recuperación de agua en la Ciudad de México, un paso crucial en medio de pérdidas que superan el 40% del total de agua suministrada.
La iniciativa se está desarrollando en dos fases. La primera, llevada a cabo en la Derivación San Antonio, ha tenido un impacto significativo al invertir 450,000 dólares, logrando un ahorro de 70 litros de agua por segundo. Este beneficio se traduce en un impacto positivo para unas 60,000 personas. En la segunda fase, que se llevará a cabo en el Ramal Santa Lucía, se destinarán 2 millones de dólares, proyectando recuperar 300 litros por segundo, suficiente para abastecer a más de 250,000 residentes de la zona oriente, históricamente afectada por la escasez de agua.
Este esfuerzo es parte de una estrategia integral que se extiende a otras ciudades como Monterrey y Querétaro, donde se espera que los tres proyectos en conjunto logren ahorrar más de 2,500 millones de litros de agua al año en el país.
En el marco de esta colaboración, José Mario Esparza, titular de la Secretaría de Gestión Integral del Agua (Segiagua), explicó que, aunque Amazon realiza una inversión significativa, el control y la operación de los proyectos permanecen bajo la responsabilidad del gobierno local. Es una donación directa, no un esquema de asociación público-privada, lo que refleja un compromiso altruista hacia la infraestructura pública.
La inversión de Amazon es un testimonio del análisis riguroso que realiza la compañía antes de comprometer recursos. Con la incorporación de tecnologías avanzadas como válvulas automáticas y sistemas de inteligencia artificial, el ahorro de agua se logrará de manera más eficiente, transformando un problema endémico en una oportunidad de mejora en la distribución hídrica.
Esparza destacó que la eficiencia generada en el poniente de la ciudad permitirá redirigir el agua disponible hacia el oriente, donde su necesidad es más crítica. Además, el software empleado para estas operaciones será de código abierto, promoviendo la diversidad y evitando limitaciones técnicas en las aplicaciones utilizadas.
Esta estrategia no sólo busca optimizar el uso de los recursos hídricos, sino también asegurar que el agua recuperada no se convierta en un recurso agotador. Por ejemplo, un nuevo pozo puede producir de 10 a 20 litros de agua por segundo; sin embargo, la primera etapa del proyecto equivale al efecto de siete pozos nuevos, centrándose en la recuperación de agua que anteriormente se desperdiciaba.
A medida que avanzamos con esta colaboración estratégica, queda claro que acciones como estas son fundamentales para construir un futuro más sostenible, y Amazon ha hecho manifiesto su compromiso global al plantear ser “water positive” para el 2030, con un objetivo intermedio ya alcanzado del 53%.
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