El compromiso artístico se alza como un faro de esperanza en tiempos de crisis, cuando más de 30 creativos se reunieron en la avenida Yucatán, cerca de Insurgentes, para rendir homenaje a los integrantes de la Global Sumud Flotilla (GSF). Este evento, conocido como “Domingo de barcos por Palestina libre”, estuvo enfocado en la solidaridad con el pueblo de Palestina, en particular con Gaza, que enfrenta décadas de sufrimiento a causa de políticas de hostigamiento y colonialismo.
Gabriel Macotela, uno de los destacados artistas presentes, expresó la humanidad y valentía de quienes forman parte de la GSF, describiendo su misión de llevar ayuda a Gaza como “increíble, emotiva, poética y humana”. En un contexto donde la impotencia hacia las acciones de Israel es palpable, Macotela instó a los artistas a no permanecer callados ante la injusticia. “Es un genocidio. No hay otra palabra”, afirmó, subrayando la responsabilidad de los creativos de articular sus voces y acciones contra la violencia.
La artista Mineante (Minerva Ante) complementó esta visión, resaltando cómo el arte está inextricablemente ligado a la vida y cómo no puede ignorar las realidades de guerras y genocidio. Su obra se centra en representar la historia de la creación del Estado de Israel en 1947, la consecuente ocupación de Palestina y el despojo de más de la mitad de la población árabe, al mismo tiempo que reconoce la necesidad de hacer memoria en un mundo donde la violencia persiste.
El ambiente festivo y de comunidad se hizo evidente en este encuentro, donde artistas como Demián Flores enfatizaron la importancia de celebrar la vida a través del arte y el compromiso social. La actividad fue más que una manifestación; fue un símbolo de esperanza y resistencia, una declaración visual que manifiesta que la lucha por la libertad no está sola.
Los murales resultantes no solo son representaciones estilizadas de embarcaciones que luchan contra un mar tormentoso, sino que también simbolizan la perseverancia frente al poder opresor. Entre los diseños, se observan barcos de diferentes colores y formas, acompañados de frases como “No a la supremacía” y “Nadie es libre hasta que Palestina sea libre”, creando un impacto visual y emocional poderoso.
En un mundo donde la violencia y la opresión parecen omnipresentes, la labor de estos artistas resuena con un mensaje de unidad y esperanza, sintiendo que, aunque se trate de pequeños gestos, cada acción cuenta en la búsqueda de justicia y paz. A través de esta jornada artística, el colectivo reafirma su compromiso con la verdad y el arte como herramientas esenciales para hacer frente a la adversidad.
La fecha del evento, 6 de octubre de 2025, se convierte en un hito en la memoria colectiva, un recordatorio de que el arte puede y debe ser un vehículo de cambio social y conciencia crítica en la búsqueda de un futuro más justo, no solo para Palestina, sino para todos los que claman por dignidad y respeto en el mundo.
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