En pocos días, millones de niños y jóvenes de México se preparan para regresar a las aulas, dando inicio al ciclo escolar 2025-2026. Si aún no has inscrito a tu hijo y estás considerando una escuela privada, es crucial evaluar los gastos adicionales que esto implica.
El año pasado, más de 2.5 millones de estudiantes se registraron en instituciones privadas para niveles de preescolar, primaria y secundaria, de acuerdo con datos del Sistema de Información y Gestión Educativa (Siged). El sector privado representa alrededor del 11% de la población estudiantil en el país, una cifra que contrasta notablemente con el 20% promedio en América Latina, según la ONU.
Para aquellos que decidan optar por la educación privada, los gastos no se limitan a la colegiatura. Mariana, una maestra que trabaja en una escuela privada y que este año enseñará a primer grado, estima que los padres desembolsan alrededor de 10,000 pesos en concepto de inscripción, primera colegiatura, seguro médico, uniformes y útiles escolares. Este monto abarca tanto los materiales como la compra de uniformes, libros y cuadernos, que, en muchas escuelas, deben adquirirse exclusivamente a través de la institución, lo que limita las opciones de los padres y eleva los costos.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) reporta que, durante esta temporada de inscripciones, las familias suelen gastar entre 10,000 y 15,000 pesos. Además de la colegiatura, cada año se agregan otros gastos como paseos escolares que oscilan entre 500 y 1,500 pesos, así como tarifas por actividades extracurriculares. Es interesante notar que, la colegiatura tiende a ser más elevada en los primeros años, mientras que se reduce en niveles posteriores.
En contraste, un niño en una escuela pública puede tener un gasto anual total de aproximadamente 4,000 pesos, que incluye uniformes y artículos escolares. La diferencia de coste es notable y relevante al considerar la capacidad económica de las familias. Por ejemplo, Ernesto, que tiene a su hijo en una escuela privada, menciona que este año su inversión fue de 11,000 pesos, mil más que el año anterior. Aunque critica el hecho de que los padres se ven obligados a comprar productos únicamente a través de la escuela, insiste en que la inversión en educación de calidad es primordial.
Las familias en México, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares elaborada por el INEGI, destinan un promedio del 6% de su gasto corriente a gastos educativos. Este porcentaje varía significativamente: el decil más bajo de ingresos asigna el 2.7%, mientras que el más alto alcanza el 8.3%. Esto refleja que los hogares con mayores ingresos tienen más posibilidades de optar por la educación privada.
Además, la Procuraduría Federal del Consumidor indica que las escuelas deben informar a los padres sobre los costos de matrícula y colegiatura, así como cualquier cargo adicional por servicios extra, antes de la inscripción. Esta información debe ser proporcionada de manera clara, junto con detalles sobre reglamentos escolares y horarios de atención.
Para aquellos que enfrentan dificultades económicas y no pueden continuar pagando las colegiaturas, es importante señalar que, tras el impago de tres o más mensualidades, las escuelas pueden considerar terminada la relación contractual. Sin embargo, las escuelas no tienen la facultad de retener documentos oficiales, los cuales deben ser entregados a los padres en un plazo máximo de 15 días después de haberlo solicitado.
Este regreso a clases no sólo implica una serie de gastos, sino también la oportunidad de reflexionar sobre la calidad educativa que los padres desean para sus hijos, lo cual puede ser un factor determinante en su decisión sobre la escuela adecuada.
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