Atracción en semejanzas físicas | Bienestar

¿Por qué nos enamoramos de personas con características físicas similares? Es una pregunta que muchos se han hecho a lo largo de los años, y que ha despertado el interés de psicólogos y expertos en relaciones humanas. De acuerdo con estudios recientes, nos atraen las personas que físicamente se parecen a nosotros o a aquellos que fueron importantes en nuestra infancia, como nuestros padres o abuelos.

En el proceso de selección de pareja, nuestro cerebro busca personas que nos hagan sentir cómodos y seguros, y la similitud física es una forma de encontrar eso. Al elegir a alguien con características parecidas a las nuestras, nos sentimos más identificados y en sintonía con ellas. Además, este tipo de parejas también tienden a compartir valores y una forma de ver el mundo.

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Pero ¿qué ocurre con aquellos que constantemente se enamoran de personas que son físicamente casi idénticas? Los expertos sugieren que esto puede ser el resultado de un perfil emocional particular. Aquellos que experimentan una cierta inseguridad emocional pueden beneficiarse de la similitud física en sus relaciones. Al enamorarse de alguien que se parece mucho a una ex pareja o a alguien que les resulta familiar, pueden sentirse seguros y cómodos dentro de esa relación.

Es importante destacar que este patrón no necesariamente significa que estas personas estén atrapadas en una especie de “amor enfermizo”. Diferentes estudios sugieren que la similitud física en las relaciones puede tener implicaciones positivas. Por ejemplo, las parejas con características faciales similares tienen menos probabilidades de separarse en los primeros años de una relación.

En resumen, la preferencia por la similitud física en las relaciones es un fenómeno común, y puede ser una forma natural de buscar seguridad y comodidad en la pareja. Como la mayoría de las cosas en la vida, la clave es encontrar un equilibrio que funcione para ambos miembros de la pareja, siendo capaces de comprender nuestras necesidades emocionales y ser conscientes de cómo estas pueden afectar nuestras relaciones a largo plazo.

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