La Asamblea General de la ONU que se celebrará esta semana adquiere una doble relevancia en el panorama actual de la diplomacia internacional. Por un lado, destaca la presencia de las potencias más influyentes del planeta, y por el otro, se anticipan negociaciones cruciales para definir la sucesión del actual Secretario General, António Guterres. En esta contienda, el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, y la secretaria de Medio Ambiente, Alicia Bárcena, buscan afianzar sus candidaturas, aunque la figura del argentino Rafael Grossi ha ganado terreno.
Cabe mencionar que Claudia Sheinbaum, la presidenta de México, no asistirá al evento en Nueva York. En su lugar, De la Fuente y Bárcena liderarán la representación mexicana, llevando consigo la responsabilidad de avanzar en sus intentos por ser considerados para el puesto de Secretario General. La creciente popularidad de Grossi, quien dirige el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA), podría ser un obstáculo para los aspirantes mexicanos, especialmente dado su sólido perfil internacional y sus conexiones clave.
A pesar de que la decisión sobre la Secretaría General no se tomará hasta el próximo año, la asamblea de esta semana es vital para establecer apoyos y alianzas estratégicas. La carencia de la figura de Sheinbaum podría limitar la capacidad de México para influir en la votación. Algunas voces en el gobierno reconocen que la ausencia de la presidenta podría ser un intento por evitar tensiones innecesarias con otras naciones.
Mientras tanto, Grossi, con su experiencia en negociaciones en el ámbito nuclear, parece estar bien posicionado para captar apoyos internacionales. Se rumorea que cuenta con el respaldo del Vaticano, así como de líderes como Lula da Silva y Javier Milei, lo que le otorga una ventaja considerable en esta competencia. Además, hay quienes sugieren que figuras como Bárcena y la ex presidenta chilena Michelle Bachelet enfrentarían un obstáculo adicional debido a la resistencia de ciertos sectores que no considerarían adecuado que una mujer ocupara el cargo por primera vez.
En un contexto donde la política internacional se encuentra repleta de desafíos, De la Fuente anunció recientemente una importante iniciativa durante el desfile militar patrio: México participará, por primera vez, en una misión de paz junto a los Cascos Azules de la ONU. Aunque esta noticia ha pasado desapercibida, refleja un intento de fortalecer el compromiso del país hacia el multilateralismo, un sistema que muchos consideran en crisis actualmente.
En el transcurso de los próximos días, se espera que se produzcan desarrollos significativos que podrían definir el rumbo de la carrera hacia la Secretaría General de la ONU. Con el telón de fondo de conflictos internacionales y la necesidad urgente de cooperación, el escenario se torna cada vez más complejo y emocionante. La disputa por la Secretaría General, aunque parece estar comenzando a tomar forma, aún tiene muchas aristas por explorar en la vorágine de la política global.
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