En un panorama económico cada vez más complejo, las empresas tecnológicas están sintiendo la presión de las tarifas impuestas por el gobierno. En el sector de los videojuegos, esta situación se ha vuelto palpable. Recientemente, Sony anunció que todos los modelos de la PlayStation 5 incrementarán su precio en $50 a partir del 21 de agosto.
Con esta nueva estructura de precios, el modelo estándar de la PlayStation 5 pasará a costar $549.99, la edición digital se ofrecerá a $499.99, y la PlayStation 5 Pro, la más avanzada del catálogo, alcanzará los $749.99. Es importante destacar que estos cambios se aplican únicamente en Estados Unidos y no afectarán a los accesorios.
Isabelle Tomatis, vicepresidenta de marketing global de Sony Interactive Entertainment, expresó que la compañía continúa enfrentando un entorno económico desafiante y que, a pesar de las medidas adoptadas para eludir el impacto de las tarifas, se ha visto obligada a ajustar sus precios. Esto incluye estrategias como el almacenamiento de unidades en Estados Unidos y la diversificación de sus fuentes de producción. Sin embargo, con los inventarios en niveles bajos, la empresa ha decidido trasladar los costos adicionales a los consumidores estadounidenses. Las tarifas que afectan a estas consolas oscilan entre el 15% en Japón y hasta el 30% en China.
Desde que se anunciaron tarifas específicas a finales de abril, otras compañías del sector también han tenido que adaptarse. Microsoft, por ejemplo, anunció incrementos en los precios de las consolas y juegos de Xbox por “condiciones del mercado”. En una jugada inesperada, Nintendo incluso retrasó las preventas de la Switch 2, minutos después de su presentación oficial. Aunque los precios de este nuevo modelo aún no han sido afectados, Nintendo elevó el costo de la Switch original el 3 de agosto, citando razones similares.
El análisis de expertos indica que la decisión de Sony “refleja” las recientes alzas de precios en Xbox y Nintendo, destacando que las negociaciones sobre tarifas continúan en curso para varios países. Con una pausa de 90 días en tarifas con China, se prevé que si no se llega a un acuerdo, podría haber incrementos en la tasa arancelaria.
En conclusión, se espera que más cambios de precios puedan ser inminentes, lo que podría tener un impacto considerable en los jugadores y fanáticos de la tecnología en un futuro cercano. La situación es un recordatorio de cómo la economía y la política pueden influir de manera directa en la industria del entretenimiento digital.
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