La reciente noticia sobre la inflación en México ha dejado a muchos sorprendidos, ya que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reportó un incremento en la tasa anual de inflación, alcanzando un 4.22 por ciento durante la primera quincena de mayo de 2025. Este aumento es especialmente notorio si lo comparamos con el 4.78 por ciento de la misma quincena del año anterior, lo que indica una variación frente a la tendencia previa.
Uno de los sectores más afectados por este repunte es el cine, cuyo precio se ha incrementado en un 14.82 por ciento. Esto plantea dudas sobre el impacto que esto tendrá en el consumo, ya que entretenimiento y ocio podrían verse relegados en prioridades de gasto.
El Inegi también destacó que el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) mostró un incremento del 0.16 por ciento en el índice de precios subyacente, que excluye bienes y servicios más volátiles. Dentro de este índice, los precios de las mercancías aumentaron en un 0.13 por ciento y los de servicios en un 0.18 por ciento, lo que sugiere que la presión económica está afectando tanto a productos básicos como a servicios.
Un listado de productos con incrementos significativos revela que la papaya lideró la lista con un asombroso aumento del 16.25 por ciento, seguido por el pollo (8.96 por ciento) y los jitomates (4.37 por ciento). Este panorama podría obligar a los consumidores a adaptarse a una nueva realidad económica, priorizando productos esenciales.
Sin embargo, no todo son malas noticias; algunos productos también experimentaron disminuciones. La electricidad, por ejemplo, tuvo una baja del 18.45 por ciento, atribuida a un programa de tarifas eléctricas en las regiones del norte del país durante la temporada cálida. Otros productos, como el limón y el vino de mesa, también presentaron caídas en sus precios, reflejando una disparidad en las tendencias de precios según la categoría.
Según proyecciones de analistas, la inflación podría estabilizarse hacia finales del 2025 en un 3.85 por ciento, con un crecimiento económico esperado de solo 0.1 por ciento para el presente año y un leve repunte al 1.5 por ciento en 2026. Se anticipa que el Banco de México continúe ajustando su política monetaria, con un cuarto recorte consecutivo de medio punto en sus tasas de interés para combatir la inflación.
En un contexto más amplio, estos cambios en el panorama de precios y la inflación reflejan un momento crítico en la economía mexicana, que todavía se recupera de los estragos de periodos previos. Las decisiones de gasto de los consumidores y la política económica serán clave en los meses siguientes para enfrentar estos nuevos desafíos.
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